Además, Fernández Ordóñez ha considerado que "los intentos de eludir las pérdidas de renta real que el encarecimiento de los precios y costes comporta puede terminar generando mayores tensiones inflacionistas y afectar negativamente a la creación de empleo", lo que, ha añadido, "tendería a intensificar y prolongar el ajuste de la economía".Por ello, el gobernador del Banco del España ha vuelto a advertir de que mantener una senda de moderación de los márgenes empresariales y los salarios resulta más importante, si cabe, en una coyuntura como la actual, en la que "la competitividad constituye un elemento crucial".En cualquier caso, el gobernador del Banco de España ha advertido de que el incremento del IPC hasta niveles superiores al 4% en los últimos meses, arrastrado por el encarecimiento del petróleo y otras materias primas, está "desalentando el consumo" y "mermando su confianza".Respecto al crecimiento de la economía, Fernández Ordóñez ha vaticinado "una etapa de moderación" y reconoció que "las incertidumbres que rodean a este escenario central son mayoritariamente a la baja y procedentes, sobre todo, del exterior".Con todo, Fernández Ordóñez ha considerado que el saneamiento de las cuentas públicas "ha permitido que se pueda afrontar la desaceleración de la actividad desde una posición en la que los estabilizadores automáticos pueden desplegar su potencial anticíclico".Sin embargo, en su opinión, "debe evitarse la aplicación de políticas discrecionales que puedan agotar el margen de maniobra al que podría ser necesario recurrir".