Fitch considera posible que Rumanía necesite un apoyo financiero externo para impedir "una crisis del crédito", teniendo en cuenta que afronta un déficit por cuenta corriente que este año superará el 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Este anuncio de Fitch se produce dos semanas después de que Standard & Poor's sacara también a Rumanía de la categoría "investment grade".
Junto a Rumanía, según Agerpres, Fitch bajó también en un grado los calificativos para Bulgaria, Hungría y Kazajistán, debido a que sus altos déficit por cuenta corriente y elevados niveles de deuda a breve plazo los hace especialmente vulnerables a la actual crisis financiera y económica mundial.

