Facebook continuará, o no, pero si no lo hace dará paso a otra red social, incluso en ese hipotético momento, sus logros son palpables. Según los últimos datos, cada día más de 526 millones de personas en todo el mundo han realizado cada día algúna actividad en esa plataforma. Pero lo que realmente importa a los inversores es si esta OPV o es atractiva o si, por el contrario, va a ser un globo que se desinflará a las primeras de cambio.

Comparación con Google

En principio, resulta imposible no hacer comparaciones y la primera idea que llega a la mente es Google. En 2004, cuando la compañía que ideó el principal motor de búsqueda en internet del mundo decidió dar el salto a los parqués en 2004 – el año en que nacía Facebook-. Fueron muchos los que utilizaron argumentos como burbuja tecnológica, debilidad del negocio, la juventud de sus propietarios para cuestionar la operación. Hace ocho años aun estaba muy reciente el sonido del pinchazo de la burbuja de las puntocom. Lo cierto es que los inversores que decidieron poner su dinero en Google en la OPV han multiplicado por más de 7 veces su dinero ¿Sucederá lo mismo con Facebook?

Si Facebook cerrase el día del debut a un precio cercano a 1.000 millones de dólares, los expertos calculan que cotizaría a un PER de 50 veces los beneficios del año pasado. Un múltiplo elevado, si se tiene en cuenta que Google, por ejemplo cotiza por debajo de 15 veces. Muchos analistas calculan que las empresas tecnológicas, como es Facebook, no deberían cotizar por encima de las 20 veces. Por lo que por valoración habría que considerar si a estos precios se trata de una buena opción.

Es cierto el potencial de Facebook como plataforma para anunciantes ya que los datos que publica la compañía son sorprendentes. Pero, ¿Cuáles son los contras?

Los contras

Son muchas las incertidumbres que han quedado en evidencia en plena colocación tras la publicación de las cuentas. El beneficio de Facebook cayó en el primer trimestre por el importante incremento de los costes que se ha llevado a cabo para aumentar los ingresos por publicidad. Y aquí es donde está la cuestión. Con unas ventas de algo más de 1.000 millones de dólares, la empresa ha invertido alrededor de 680 millones.

Facebook avisa que los costes “están creciendo de forma importante, lo que podría perjudicar a la rentabilidad de la empresa”. Afirman que “esperan que los gastos seguirán creciendo en el futuro, a medida que aumenta el número de usuarios de Facebook ya que cada vez son más necesarios nuevos productos e infraestructuras para hacer frente a esos requerimientos”.

Facebook también tiene que hacer frente a un problema; en un entorno en el que la consulta de internet se hace cada vez más a través de plataformas móviles, como teléfonos o tabletas, no dispone de una fórmula que le permita insertar anuncios en estas plataformas. Así, la expansión de los móviles es otro de los hándicaps.

Y aunque todas las partidas de la cuenta de resultados se han ido incrementando en los últimos trimestres lo cierto es que están empeorando con respecto a trimestres anteriores. Por ejemplo, el ratio que mide el margen de beneficios ha pasado desde el 27% en el mismo trimestre de 2011 hasta el 19% en el primer trimestre del año.

Zuckerberg se ha asegurado el control de la compañía mediante la emisión de acciones de clase A y clase B, con diferentes opciones de voto. El fundador de la empresa se quiere asegurar que por él pasan todo tipo de decisiones, incluso el nombramiento de su sucesor.

Opciones para el inversor español

Si una vez conocidos los riesgos de invertir en la empresa, aun quieren invertir en esta OPV, sepa que aunque no está abierta a minoristas españoles, hay opciones. Así, IG Markets ha creado un mercado gris para esta salida a bolsa ya que en esta casa afirman que “el sentimiento actual de nuestros clientes sugiere que Facebook verá grandes beneficios en su primer día de trading”.

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