Un Eurobono no sería, grosso modo, más que un bono de deuda conjunto entre los países de la eurozona. Esta es la idea que el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker,ha lanzado a la palestra en las últimas horas.

En una carta conjunta con el ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti y publicada en el periódico Financial Times, el primer ministro sostiene que la adoptación de este producto haría ver la "irreversibilidad del euro" y sobretodo pondría freno a los problemas en los mercados de bonos soberanos".

Para ello, Juncker asegura que sería preciso crear una Agencia de Deuda Europea con el objetivo de emitir bonos por valor del 40% del PIB de la Unión Europea y de cada Estado miembro". De esta manera se pod´ria conseguir, gradualmente, una "liquidez comparable a la de los bonos americanos"

Las reacciones al respecto de esta propuesta no se han hecho esperar; no es necesario ser un experto en finanzas para conocer la postura de Alemania, principal perjudicado de salir adelante la propuesta de Juncker.La canciller alemana, Angela Merkel ya avisado de que el Tratado de la Unión Europea no permite la creación de estos bonos; además añade que eso reduciría la competencia.

Más confuso se ha mostrado el comisario para suntos económicos de la eurozona, Olli Rhen, quién asegura que la idea de los eurobonos es "intelectualmente atractiva". Añadió además que la idea no es nueva, ya que ya se ha debatido sobre ella en los últimos años.

La ministra de economía española, Elena Salgado, tampoco ha sabido posicionarse de una manera clara en un asunto que enfrenta claramente a Alemania. La ministras ha asegurado que es "una idea a estudiar" pero a largo plazo ya que "implica cambios en los tratados europeos".

Para los analistas la idea aún no ha cobrado fondo. Álvaro Rodríguez, de la mesa de renta variable de Oddo, asegura que es una manera de que los problemas de deuda encuantren un freno; sin embargo, asegura que "es lógico que haya voces en contra" ya que primero debería existir una armonización fiscal entre los países de la eurozona. El experto además ha añadido que no sería descabellado, "si nos fijamos en EEUU, hay estados que tienen problemas equivalentes a los de países europeos", pero el problema se suaviza al estar dentro de una economía mayor.

Así las cosas la rentabilidad de la deuda europea se sitúa por encima del 5% y los mercados de renta variable europea sobreviven como pueden al envite de los problemas de deuda soberana.