Mañana conoceremos los resultados del Banco Santander que se esperan en línea con las expectativas de los analistas entorno a los 2.116 millones de euros. Los ratios del banco se muestran sólidos y si tenemos en cuenta que sólo en 10% corresponde al negocio domestico nos hace ver la pequeña exposición al mercado local. Como curiosidad decir que casi el 50% del beneficio del banco corresponde a la filial de Brasil.
No todo es oro lo que reluce ya que, el banco del Señor Botín tiene una exposición a los bonos portugueses por valor de 2.800 millones de euros y se sitúa en el cuarto lugar. Veremos cómo evoluciona el asunto de la deuda periférica pero no parece que haya una solución sencilla ni inmediata.
En cuanto al BBVA, su primo hermano, también goza de una expansión bastante considerable y a priori, es uno de los bancos más sólidos a nivel global. Sus resultados no andarán muy lejos de los del Santander por lo que ambas opciones son muy similares.
Leyendo los informes de compañías como UBS y Bank of América se encuentran dos elementos comunes. Ambos sitúan a nuestras dos entidades financieras como un ejemplo del buen hacer, situando un precio objetivo del Santander en 10.51 euros por ejemplo, pero siempre que los riesgos de los nuevos requerimientos de capital exigidos por Basilea III no les salpique de frente.
Es bastante curioso que ambos hablen de lo bueno de nuestros grandes bancos pero en ambos se da una recomendación de vender. El sector financiero está en el punto de mira de todos los operadores que, aunque parece que todo es bonito cuando seguimos al S&P500, la realidad que se palpa en las mesas es bien diferente. Hay un miedo generalizado a que tanto el entorno macro se derrumbe y que arrastre a los principales mercados financieros.
Dicha regulación aumenta el capital mínimo requerido y pasan a examen todas las entidades y teniendo en cuenta el marco de las entidades financieras que existe en España habrá turbulencias hacia Junio. Dichas tensiones no afectarán a los grandes que no se verán afectados pero lo que si sucederá es que por simpatía, como se caen algunas edificaciones, las cotizaciones de todas las entidades financieras se verán afectadas.
La segunda opción que es la más real, viene dada por la ingeniería financiera. Ya ha sucedido en los últimos 5 años cuando estaba vigente Basilea II que, la mayoría de entidades con una exposición al riesgo muy limitada utilizaban estructuras para diluir el riesgo y utilizar un apalancamiento superior a sus posibilidades.
Lo más probable con Basilea III es que, bancos de primer orden creen estructuras, para retail o para la cartera del banco, en el que el riesgo vaya de un lado para otro sin que se sepa en realidad en quien recae. Es muy importante una regulación sobre los productos que se emiten, cómo se emiten y cómo se deshacen en secundario.