En las últimas subastas de deuda el Tesoro ha logrado colocar los montos máximos previstos, sin embargo, se ha visto obligado a aumentar el interés ofrecido, sobre todo en los tramos más largos, aquellos que quedarían descubiertos por las compras de bancos después de que el BCE les inyectara dinero a 3 años para comprar deuda soberana.

Según un informe de Royal Bank of Scotland (RBS) difundido ayer por Bloomberg, la banca española ya ha gastado el 42,3% del dinero que tomó prestado en las operaciones, conocidas en el sector como LTRO.

Esto significa, en opinión de RBS, que la banca española está perdiendo capacidad en su papel de "cortafuegos" para comprar deuda pública de sus gobiernos.

La subasta de hoy, en la que se colocarán bonos a tres años, es decir, con el mismo vencimiento que los préstamos baratos a la banca concedidos por el BCE, será una prueba importante para determinar si estas entidades todavía conservan artillería para beneficiarse de las altas rentabilidades que se están pagando por la deuda soberana en estos momentos.

Además, será la primera subasta después de que S&P recortara el rating de la deuda soberana española en dos escalones, hasta BBB+, el pasado jueves.