La compañía explica que sus resultados vienen condicionados por "el descenso coyuntural de la demanda, ligado a la reducción de inventarios en la industria papelera tras la aparente sobrecompra de trimestres anteriores, ha presionado a la baja el precio de la celulosa hasta situarlo por debajo del coste estimado de producción de los fabricantes menos eficientes".

ENCE, sin embargo, se muestra optimista con el porvenir del sector. "La normalización de esta situación, junto con los recortes de producción anunciados por la industria para la segunda mitad del año y la consecuente reducción de los inventarios de los productores, debería estabilizar el precio de la celulosa durante los próximos meses. La falta de grandes proyectos para incrementar la capacidad de producción hasta la segunda mitad de 2021 respalda nuestra expectativa de un mercado ajustado durante los próximos años", apunta la compañía en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Ence reduce su beneficio un 50,4% hasta los 25 millones de euros

En este contexto, los ingresos del grupo caen un 3,5% hasta los 386,2 millones, mientras que el ebitda se reduce un 31,5% hasta los 92,3 millones.

El flujo de caja libre se reduce también un 27,4% hasta los 62,8 millones y la deuda neta se incrementa un 52,5% hasta los 464,8 millones respecto a los 304,8 millones que cerró el año 2018. El ratio de deuda neta sobre ebitda del grupo se sitúa en 1,8 veces a cierre del semestre, con un apalancamiento de 1,2 veces en el negocio de celulosa y de 3,9 veces en el negocio de energía renovable, incluyendo la contribución anualizada de la planta termosolar incorporada en diciembre.

En el negocio de energía renovable, Ence ha continuado avanzando en la construcción de dos nuevas plantas de biomasa con una capacidad conjunta de 96 MW, que comenzarán a operar a final de año, incrementando el ebitda de este negocio en aproximadamente 30 millones anuales.

 

En celulosa, la ampliación de 80.000 toneladas prevista en la biofábrica de Navia se ejecutará durante el mes de octubre. 

El proyecto de una nueva línea “swing” en Navia de 340.000 toneladas avanza en la ingeniería y en la obtención de los permisos necesarios para su construcción. El consejo de administración decidirá sobre su calendario de ejecución durante el primer trimestre de 2020, teniendo en cuenta las condiciones del mercado de la celulosa y la voluntad de mantener un ratio de deuda neta sobre ebitda en el negocio de Celulosa por debajo de 2,5 veces.

El consejo ha acordado el pago el de un primer dividendo a cuenta del ejercicio 2019, el próximo 19 de septiembre, por importe de 0,051 euros brutos por acción, equivalente al 50% del beneficio neto por acción en el primer semestre.