El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la empresa presidida por Antonio Llardén alcanzó los 934,3 millones de euros el año pasado, con un crecimiento del 5,5% respecto a 2011, en tanto que el resultado neto (Ebit) se situó en 618,4 millones de euros, un 5,5% más.

Los ingresos regulados de la compañía totalizaron 1.140,4 millones de euros en 2012, un 4% más que en el ejercicio anterior, como consecuencia de la incorporación de nuevos activos en operación, especialmente el almacenamiento subterráneo de Yela, en Brihuega (Guadalajara).

Los otros ingresos alcanzaron los 58,6 millones de euros, con lo que el total de ingresos de la gasista rozó los 2.000 millones de euros en 2012, un 3,8% más que en 2011, ha precisado el gestor gasista en una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las inversiones realizadas por Enagás el año pasado sumaron 761,4 millones de euros, cifra un 2,6% inferior a la de 2011, mientras que los activos puestos en explotación crecieron un 27,4%, hasta los 994,4 millones de euros, situándose ambas magnitudes por encima de los objetivos que se marcó la compañía a principios de 2012.

El endeudamiento financiero de Enagás a cierre del año ascendió a 3.598,6 millones de euros, un 4,5% más que al finalizar 2011. Como consecuencia de este aumento de la deuda, el resultado financiero fue negativo (-76,7 millones de euros) y experimentó un repunte del 16,9% respecto al año anterior.

La demanda de gas transportada sube un 0,9%
Durante el ejercicio 2012, la compañía ejecutó una emisión de bonos en septiembre y otra en octubre por un importe total de 750 millones de euros. Incluidas estas dos emisiones, las disponibilidades financieras de Enagás sumaban al finalizar el pasado ejercicio los 2.232 millones de euros.

Los gastos operativos del gestor gasista español se redujeron un 1,8% en 2012 y la plantilla sufrió un "ligero descenso" respecto a 2011, al pasar de 1.127 empleados a un total de 1.118 a finales del año pasado.

Durante el año pasado, la demanda de gas transportada ascendió a 418.964 gigavatios por hora (GWh), un 0,9% más que en 2011, mientras que la demanda convencional aumentó un 5,7%.