El déficit de tarifa eléctrica trae por la calle de la amargura a compañías, consumidores y al Gobierno. Éste es un juego a tres bandas en el que todos los participantes van a tener que ‘palmar’ capital sí o sí. Las eléctricas españolas acumulan en torno a 22.000 millones de euros de déficit por culpa del actual sistema de compensación de los precios de producción y de consumo. Éste se basa en el Fondo de Amortización de Déficit Eléctrico (FADE), por el que el Gobierno saca a la venta en forma de bonos la diferencia entre el coste de lo que les cuesta a las energéticas producir, transportar, distribuir y comercializar la energía menos lo que paga el usuario. El problema es que en estos años ha sido muy complicado poner en el mercado esta deuda y el agujero es tal que amenaza con succionar a algunas compañías. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de las pérdidas, “la factura de la energía en España asciende aproximadamente a 25.000 millones de euros al año pero, a través de la tarifa, se recaudan unos 7.000 millones menos al año”, explica Javier Toro, director de Corporate Finance del Banco de Inversión ONEtoONE Capital Partners
. En estos años de crisis se ha ido acumulando el déficit y ahora apremia encontrar una solución. Entre las salidas que se barajan están el aumento de la tarifa al consumidor, la quita de parte del déficit, la moratoria de subvenciones a renovables y el ‘céntimo verde’. Miremos que comportaría cada una:
Aumento de la tarifa
La solución a este enredo pasa, sí o sí, por trabajar la línea de ingresos/gastos. Si se optara por cargar a la cuenta del usuario este déficit, la tarifa eléctrica debería subir un 40%. En un momento de contracción de la economía española, el aumento de algunos impuestos ya amenaza con reducir el consumo (motor del que, al final, tira la economía), por lo que, una subida tan desorbitada de la tarifa de la luz supondría ahogar más el bolsillo del consumidor. En palabras de Javier Toro “sería un suicidio político para el Gobierno hacer algo así”.
El fantasma de Grecia o la ‘quita’ de parte de la deuda
Es la última posibilidad que ha saltado a la palestra y que ha hecho que las eléctricas hayan puesto el grito en el cielo. El ministro de Industria, José Manuel Soria, sugirió que las grandes eléctricas del país asumieran una quita de parte de la deuda. Actualmente, casi la mitad del déficit total del sector, 10.000 millones, está pendiente de pago a las grandes eléctricas (Iberdrola: 3.200 millones; Endesa: 6.817 millones; Gas Natural: 1.272 millones), por lo que una quita podría materializarse en la renuncia a los intereses de los bonos, sobre el propio monto de la deuda o sobre los costes eléctricos. Sea como fuere, una quita a la griega no les hace ninguna gracia a las compañías y, según ASIVER, “no se llegará a concretar como tal, ya que se podría considerar una forma de expropiación y, por lo tanto, ilegal”.
Moratoria de subvenciones a las renovables
Para ir reduciendo inversión pública en el sector, el Gobierno ya tomó la decisión de suspender las subvenciones a proyectos renovables. Precisamente, estas ayudas ascienden a 7.220 millones de euros al año, que es justo el déficit tarifario anual. “Una línea muy tentadora para poner orden en el sistema, y que castiga a un colectivo atomizado y mucho más débil que las principales empresas energéticas”, indica Toro. Sin embargo, “como consecuencia, dichos proyectos se paralizan y las empresas de renovables deberán de buscar compensación en terceros países, algo que no resulta evidente en estos momentos. El decreto ha terminado por laminar un sector que había obtenido cierta relevancia mundial. Un pinchazo más”, según el experto. No obstante, hay que tener en cuenta que ya estamos cerca de alcanzar los objetivos de generación de energía renovable que España tenía para 2020.
El ‘céntimo verde’
A los anteriores parches para el agujero del déficit tarifario, se le une uno más: la fijación del ‘céntimo verde’. Según Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de ASINVER, “éste sistema tendrían un efecto sobre el precio de la gasolina de entre 4 y 5 céntimos por litro, y una reducción significativa de la remuneración al transporte de gas”. Esta medida supondría un fuerte impacto para el bolsillo del consumidor español, pues recordemos que la gasolina ya la semana pasada alcanzó su máximo histórico en nuestro país, al cobrarse el litro a 1,44 euros.
Lo que está claro es que cada actor va a tener que aportar su grano de arena, en mayor o menor medida y, según ONEtoONE, “muy probablemente, esto suponga otra reestructuración del sector y veamos nuevas fusiones entre las principales empresas energéticas, dado que el sector sufre de sobrecapacidad y es la forma más sencilla de aquilatar gastos”.
De momento, la CNE ha puesto un buzón de consulta pública sobre el modo de abordar el problema del déficit de tarifa en el sector eléctrico, cuyo informe será entregado al Ministerio de Industria el próximo lunes 27 de febrero. Hasta entonces, el abanico de medidas seguirá abierto.
¿Cómo le afecta al inversor?
Ante esta incertidumbre y, de cara al inversor, los expertos consultados lo tienen claro: no es momento de apostar por energéticas. Como ocurriera antes de conocer los puntos concretos de la reforma financiera, los analistas aconsejan esperar a conocer cómo se subsanará el déficit de tarifa antes de tomar posiciones. Por ejemplo, según Susana Felpeto, analista de Atlas Capital, “es preferible esperar. Una vez que esto se conozca y se ponga en números, podría ser un buen momento para entrar, ya que el sector de utilities y renovables ya ha corregido mucho”.
Si miramos el potencial de revalorización de las eléctricas del Ibex 35 calculado a partir de los precios objetivos que les asignan las casas de análisis seguidoras, vemos que:
Iberdrola tiene un potencial de revalorización para este año del 26,2%
Endesa es la que más potencial alcista tiene, un 40% para este 2012.
A Gas Natural le quedaría pendiente una subida del 9,7%.
Red Eléctrica podría revalorizarse aún un 22%.
Si las compañías no salieran bien paradas de las medidas que el Gobierno tome finalmente hay que preguntarse qué pasará con el dividendo. Estas empresas no reservan a esta retribución (pay out) un gran porcentaje de sus beneficios, por lo que no parece que el accionistas pudiera verse afectado. No obstante, Endesa ya canceló su primer dividendo a cuenta de los resultados de 2011. ¿Marcará un precedente? La respuesta está en el aire.