Esta vez España no se ha podido escapar. Se ha visto obligada a pagar más por colocar su deuda, aunque haya logrado vender el máximo previsto.

En concreto, el Tesoro ha colocado 3.500 millones de euros, pero a un interés que se ha elevado al 2,66% a 3 meses, y al 3,3% a 6 meses.

La tensión ha aumentado en los mercados europeos tras el aplazamiento a la toma de medidas de control de la crisis de deuda a mañana y tras la rebaja del rating crediticio de España.

La semana pasada la agencia de calificación crediticia Moody's siguió los pasos de Fitch y Standard & Poor's y rebajó de AA2 a A1, dos escalones, la nota para la deuda española, sobre la que mantiene una perspectiva negativa.

La última emisión de letras a 3 y 6 meses se celebró el pasado 27 de septiembre y en ella el Tesoro logró colocar 3.225 millones, casi el máximo previsto, pero con tipos más elevados, tal y como ha ocurrido en las últimas subastas de este tipo de 'papel'.