Las provisiones para insolvencias se mantendrán planas de año en año, ya que el uso de las genéricas contribuirá a mitigar el impacto en los beneficios del deterioro de la calidad de activos del banco en España debido a difícil coyuntura macroeconómica.

Las compras de entidades financieras por parte de Santander en Estados Unidos "están descartadas", ya que el banco no cuenta con capacidad suficiente para llevar a cabo la integración de los negocios en ese país a corto plazo.

La entidad que preside Emilio Botín deberá seguir soportando la presión sobre los márgenes a lo largo del próximo ejercicio, periodo en el que redoblará sus esfuerzos en la gestión y la contención de los costes.

Santander mantendrá en tablas la concesión de crédito en los mercados europeos maduros, con variaciones que oscilan desde un descenso del 2% a un incremento del 4%, mientras que los préstamos podrían aumentar a dos dígitos en algunos países latinoamericanos.

En cuanto a la actividad en Reino Unido, la salida a bolsa de Abbey tampoco es una posibilidad por el momento, ya que el grupo se encuentra cómodo con sus actuales niveles de capitalización en ese mercado, indica un informe de BPI elaborado tras el encuentro con Álvarez.

Según sus previsiones, el banco podría estar interesado en expandir su actividad en el segmento de pequeñas y medianas empresas británicas, por lo que una eventual adquisición dependerá de si los competidores ponen activos a la venta.

La firma añade que sigue considerando la acción de Santander como "una inversión interesante" y vaticina que las últimas adquisiciones pueden ser una "fuente de buenas noticias" a medio plazo, a lo que se suman las eventuales sinergias procedentes de Brasil.

Su exposición a la región de América Latina y la fuerte posición de capital justifican la recomendación a los inversores de comprar títulos de Santander, indica BPI, que identifica los principales riesgos a la actividad del grupo en España y Reino Unido.