El coste de la vida en Estados Unidos creció a su ritmo más rápido desde diciembre de 2009 en los doce meses finalizados en marzo. Este mismo mes, el IPC de China subió a su nivel más alto desde 2008.

Desde la ONU piden a los bancos centrales que eleven sus tipos de interés para evitar la inflación. El BCE lo hizo hace casi un mes, uniéndose a Suecia, Polonia, India y China, en un intento por controlar la inflación y, por lo tanto, un aumento del coste de los alimentos. Esta alza en los precios también contribuyó a las revueltas que se produjeron en el norte de África y Oriente Medio, que acabó con la huida de los dictadores Ben Alí y Mubarak.

Abdolreza Abbassian, economista de la FAO dijo antes del informe que “si el tiempo es bueno, si las plantaciones crecen, creo que podríamos ver algún alivio en el precio de los alimentos”.

El precio del azúcar se desplomó un 18% el pasado mes en Nueva York, mientras que los futuros de leche cayeron un 1,8% en Chicago, la carne al por mayor en EEUU descendió un 3,4%, mientras que el cerdo sufrió un retroceso de un 2,2%. El precio del trigo se incrementó en un 5% después de bajar dos meses seguidos y el maíz subió un 9,1%.

En el último año el maíz ha doblado su precio, como consecuencia de la especulación. En el mismo periodo, el trigo ascendió un 57% y la soja un 39%, debido a las inundaciones de Canadá y Australia y a las sequías de Rusia y Europa.

Abbassian ha afirmado que “el más preocupante es el grano. El cultivo se ha retrasado considerablemente debido al frío y la humedad del suelo”. Concepcion Calpe, economista de la ONU dijo el mes pasado que “una demanda muy fuerte de comida, de los piensos y de los biocombustibles puede significar que los precios suban en los próximos meses”.