En ese sentido subrayó que Alemania no puede permitir que "se hunda" su competitiva industria del automóvil mientras Estados Unidos apoya a la suya con ayudas mensuales de 4.000 millones de dólares, unos 3.000 millones de euros.

Asimismo comentó que es necesario evitar a toda costa que la industria alemana del automóvil se vea dañada seriamente por la crisis, ya que de la totalidad del sector depende uno de cada siete u ocho puestos de trabajo en Alemania.

El programa coyuntural que debate el Bundestag contempla un presupuesto de 50.000 millones de euros para este año y 2010, que se dedicarán fundamentalmente a inversiones en la educación y las infraestructuras de carreteras y ferrocarril, además de incluir algunas reducciones fiscales para los ciudadanos.

Las medidas impulsadas ahora, elaboradas y aprobadas anteriormente por el Gobierno federal, y las del primer paquete de ayudas en noviembre pasado por una suma total de 80.000 millones de euros tienen como fin detener el derrumbe de la economía germana.

El ministro de Economía, Michael Glos, reconoció recientemente que, pese a las ayudas, el Producto Interior Bruto (PIB) retrocederá este año en un 2,25%.

El programa que se debate en el Parlamento incluye una paga única a las familias de 100 euros por niño, fondos que el Gobierno espera sirvan para fomentar el consumo.

Además, habrá una inyección de 2.500 euros para lo compra de un nuevo vehículo a quienes lleven a desguazar su automóvil de más de nueve años de antigüedad como medida para ayudar a la industria del sector a relanzar las ventas de vehículos.