El MARF es un paso importante a la hora de cambiar el pensamiento de las empresas españolas
”, asegura Adolfo Estévez, director de Axesor Rating, con el objetivo de que se entiende este mercado como “un proceso natural de financiación”.

El contexto general de España desde que comenzara la crisis en el año 2007 viene delineado por la destrucción de 250.000 empresas, en gran medida, por un problema de reestructuración de deuda y encontrar liquidez. Según un estudio elaborado por el Departamento de Investigación del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) y la primera agencia de rating nacional, Axesor, “cien empresas españolas cumplirían hoy con el perfil idóneo para emitir en este nuevo mercado”, un abanico que puede ampliarse hasta las 800 compañías.


De izquierda a derecha Miguel Ángel Bernal (IEB), Jesús Sarriá (IEB), Javier Ramos (Axesor) y Adolfo Estévez (Axesor)

Dentro del marco europeo de apoyo al crédito para PYMES impulsado desde Bruselas no se contempla, por el momento, respaldar al MARF, pero lo cierto es que el Gobierno “ha movilizado un crédito ICO para los bancos de entre 1.000 y 3.000 millones de euros” para facilitárselo a sus clientes, apunta Javier Ramos, responsable del Gabinete de Estudios Económicos de Axesor.


¿Qué ventajas ofrece?

Según los expertos que asistieron al desayuno explicativo en la sede del IEB en Madrid, el MARF ofrece, por un lado, “financiación a las empresas, no necesariamente más barata, pero sí más estable y, además, más transparencia”.

Alfonso Estévez asegura que de cara a los bancos “les interesa también la intermediación bancaria dirigiéndose a un modelo más anglosajón”, mientras que para los inversores –institucionales por el momento- “les ayuda a diversificar su riesgo”.

Existen ya ejemplos de mercados similares como es el caso de Alemania (Mid-cap Bond Market), Francia (Alternext), Noruega, donde funciona desde el año 2005 (ABM) o Italia (Extra Mot Pro).


Inversor institucional

“En primera instancia” serán los únicos que pueden acceder al Mercado Alternativo de Renta Fija, aunque a “medio plazo podría abrirse hasta el inversor retail”, como destaca Jesús Hernando Sarriá, profesor del IEB. No obstante, para ello se necesitaría también un cambio de mentalidad en lo que respecta a los pequeños inversores dado que el porcentaje que destinan de la cartera a la renta fija es del 3,2% frente a la media europea situada en el 10,2%.

Asimismo, la inversión mínima para entrar en el MARF es de 100.000 euros. Actualmente, el 90% del mercado de renta fija está en manos del inversor institucional, según los expertos.


Empresas que optarán al MARF

Se trata de PYMES de mediana capitalización con un Ebitda de entre 12 y 400 millones de euros y un rating estimado superior o igual a B. Los expertos destacan que son empresas “saneadas” y con cierta internacionalización de su negocio que presentan una incapacidad de pago muy reducida, no más allá del 2%.

Más de la mitad de las mismas pertenecen al sector manufacturero (hasta un 57,4%), seguido del sector servicios con un 28%, de la energía, con un 8,7% y, en último término, el sector de la construcción que representaría, en base al estudio, un discreto 3,5%. Sarriá asegura que esta segmentación “permitirá al inversor centrarse en un sector específico de la economía española”.

Se estima que la emisión de la deuda de estas empresas alcance una rentabilidad de entre el 4% y el 8% en los plazos de 3 a 5 años, mientras que se elevaría en tramos superiores de 6 a 7 años. En el caso del high yield estiman una media de 9,8%. Así, aseguran que la rentabilidad media esperada será del 6,5%.