- Hemos visto recientes avances en dos de los principales temas que preocupaban al mercado, el brexit y la guerra comercial ¿ Qué opinión te merecen?

Son noticias muy positivas porque los riesgos geopolíticos han sido el quebradero de cabeza de todos los analistas y todos los inversores durante el último año y medio. El problema es que el mercado se ha puesto a descontar como si el escenario estuviera resuelto y todavía quedan aristas muy complejas. No hay que olvidar que Theresa May volvía con acuerdos alcanzados en Europa que fueron rechazados en el Parlamento británico. No está claro, teniendo en cuenta que la DUP de Irlanda está en contra de lo que ha pactado Boris Johnson. El mercado ha descontado que está solucionado y yo creo que hay que esperar a que pase este fin de semana (por el fin de semana anterior) para que se convierta en un hecho, no vaya a ser que nos llevemos un jarro de agua fría similar al que nos llevamos antiguamente.

Por el lado de la guerra comercial pasa lo mismo. Llevamos mucho tiempo en el que todos los tuits que lanza Donald Trump y de la delegación china hablan de buen entendicmiento, acercamiento de posturas, y luego de repente descubrimos que suben los aranceles. Hay un preacuerdo. Nadie espera que se firme ese preacuerdo antes del 16 17 de noviembre antes de la reunión que se celebrará en Chile. Es un mes entero, donde alguien como Trump puede cambiar de opinión 10 veces. Hemos visto acciones bastante poco acordes a este buen sentimiento, como promover una ley para defender los derechos humanos en Hong Kong, que va muy en contra de la política que tiene Pekín con Hong Kong. Hemos visto como se han incluido en las listas de empresas tecnológicas que no pueden comprar productos estadounidenses un montón de nuevas compañías por parte de EEUU.  Sabemos que están detrás de prohibir la inversión en activos chinos a fondos y planes de pensiones en EEUU. No es ese precisamente el tipo de movimiento que uno espera ver.

Por otro lado China está diciendo que se ha comprometido a comprar 40-50  billones más de productos agrícolas estadounidenses, pero siempre y cuando EEUU retire las tarifas que ha ido imponiendo. Con lo cual nos deja con una situación en la que sí hay buen sentimiento, optimismo, pero de ahí a que se convierta en una realidad… creo que queda mucho por verse y el mercado se ha puesto la corbata de ‘esto se ha arrreglado’. Creo que ahí está el riesgo.

- Además hemos tenido una serie de datos macro débiles en Estados Unidos y los bancos centrales apoyando el crecimiento con estímulos monetarios ¿Cómo ves esta parte?

La realidad nos dice que hay una desaceleración en marcha a nivel mundial. Lo estamos viendo de forma muy clara en el sector manufacturero, con lecturas por debajo de 50 en los PMIs, que indican contracción. No hay expansión. Y empieza a afectar al sector servicios. Hemos visto lecturas que han ido claramente a la baja en los últimos meses. Todo esto genera una expectativa de riesgo de recesión a un año o año y medio vista.

Otros síntomas como la inversión de la curva de tipos en EEUU también pronostican ese tipo de situación, y los bancos centrales yo diría que a nivel mundial han gastado el 80-90% de la munición disponible. Tenemos Banco de Japón con tipos negativos en -0,10%, Banco Central Europeo 0% con el tipo de facilidad de depósito en el -0,50%. Banco de Inglaterra, 0,75%. Nueva Zelanda y Australia con tipos bajos históricos. La propia Fed ha llevado a cabo dos bajadas de tasas este año. Todo el mercado, un 85% descuenta que va a volver a bajarlas el 30 de octubre. Da la sensación  de que, sin haber entrado en recesión, sin tener un problema económico severo, los bancos centrales han gastado buena parte de esa munición para el estímulo monetario. El BCE ha empezado a lanzar un nuevo programa de compras QE y EEUU, además de bajar tipos, ha comenzado a incrementar el balance. Aunque no lo quieren llamr QE, la realidad es que está ampliando balance, está comprando deuda de corto plazo, letras del Tesoro. ¿Cómo se come todo esto? La sensación que da es que los bancos centrales están obsesionados con evitar una crisis, una desaceleración económica profunda, y difiere un poco de lo que solíamos ver antiguamente. Los bancos centrales entraban de forma agresiva para estimular la economía cuando había un problema ya presente, y ahora parece que todo el esfuerzo es evitar que llegue a haber ese problema, tal vez por el pánico que generó la crisis de 2008.

Mi percepción es que estas actuaciones pueden retrasar la aparición de la recesión, pero es muy difícil que se vaya a evitar. El día que llegue, vamos a descubrir que desde la política monetaria no queda mucho margen de maniobra y por tanto, el impacto de esa crisis podría ser más severo que en ocasiones anteriores.

 

- En este entorno ¿Qué alternativas puede tener un inversor?

Muy pocas, la verdad es que hay un concepto que manejamos en el mercado que es la “represión del ahorrador”. De alguna manera las políticas monetarias tan expansivas lo que han hecho es eliminar de alguna manera de nuestro portfolio productos de bajo riesgo con rentabilidad baja. Ahora no dan rentabilidad. Comprar bonos en Europa es una operación absurda porque muchos de esos bonos cotizan en tasas negativas, con lo cual no sólo no percibimos rentabilidadsino que tenemos que pagar un tipo de interés para pagar, por ejemplo, bonos alemanes. Si nos vamos a dejar el dinero en la cuenta descubrimos que ya no nos da ningún tipo de retribución, está al cero en el mejor de los casos, porque hay países europeos donde ya tiene coste tener la cuenta corriente. Con lo cual te has cargado la inversión en poco riesgo y rentabilidad pequeña y estás obligando al invertir casi en bolsa como única alternativa. Meterse en bolsa a las puertas de lo que podría ser una recesión económica creo que es la peor decisión posible.

El inversor ahora mismo tiene una gama de posibilidades muy pequeña: jugar el corto plazo en espera que se produzca la recesión con posibles movimientos al alza. Yo, para inversiones de más de un año o año y medio, creo que hay que asumir mejor el no ganar dinero, simplemente no perderlo. Tener el dinero en liquidez a la espera que haya una caída de las valoraciones que te permita comprar a precios adecuados.

- ¿Cómo estáis capeando este temporal?

Nosotros tenemos carteras modelo, que van muy bien. Son como recomendaciones de dónde se puede invertir con el fin de batir al índice. Cuando haces una cartera, si llega un entorno muy negativo, una recesión con caídas fuertes en las bolsas, siempre puedes tener compradas una selección de acciones defensivas, que crees que lo van a hacer mejor, y tener vendido el índice. De esa manera conviertes tu posicionamiento en un posicionamiento relativo. Si tus acciones bajan un 10% pero el índice baja un 20%, tu ganas un 10% neto. Creo que va a ser un tipo de inversión que muchos inversores van a tener que afrontar. Cubrir el riesgo de sus posiciones compradas vendiendo el índice y esperar que la elección de esas acciones sea buena, de manera de que lo que baje sea menos de lo que baje el índice. De esa manera la cobertura saldría netamente positiva.

- ¿Dónde podríamos encontrar valor en este mercado tan revuelto?

Yo a los clientes hace un año y medio les dije lo que yo estaba haciendo a nivel particular. Salí de bolsa en febrero-marzo de 2018 y me refugié en el bono americano, que estaba cotizando al 3% el 10 años. Tenéis la oportunidad de comprar producto americano con una rentabilidad del 3%, que es bastante jugoso para lo que estábamos viendo en el resto del mundo. El emisor es el de máxima calidad porque es el Tesoro estadounidense. No creo que vaya a haber un ‘default’. Te vas a financiar en una divisa que estaba entonces en 1,23-1,24 contra el dólar, con lo cual usas tu divisa muy cara para comprar un producto americano que da una buena rentabilidad y con muy poco riesgo. Ese era el momento de jugarlo. Ahora no está tan claro. Tenemos la rentabilidad del bono en 1,6%, el dólar a 1,11-1,20, ya no es una jugada tan obvia. En ese momento migrar de renta variable a bonos, con ese plus de un euro caro, era una opción buena. Si alguien me pregunta ¿Ahora qué hago? Sinceramente no sabría qué recomendarle, creo que lo tiene muy complicado. No veo alternativas que tengan una buena relación riesgo-beneficio.