Los inversores se decantan por las ventas en la apertura, a la espera de que se den a conocer nuevos datos macro que den pistas sobre la situación en la que nos encontramos. Este martes tenemos una cita importante con el índice de confianza empresarial alemán IFO y también con el del consumidor estadounidense. A la espera de tantear en qué niveles se mueve la confianza, lo cierto es que, según los expertos, el clima sigue enrarecido y técnicamente hay muchos indicadores que no han podido con sus resistencias a corto plazo. De momento, parece que el Ibex 35 no encuentra ganas para afrontar los 14.500 puntos y se deja arrastrar por el tono negativo de los blue chips. El pero de todos ellos es el
BBVA, que cede un 0,9 por ciento, mientras que su gran competidor, el Santander
, que ha anunciado que pagará un dividendo de 0,122 euros por título el 1 de noviembre, se deja un tímido 0,07 por ciento. Repsol y Telefónica ceden en torno a un 0,3 por ciento. Pero los mayores retrocesos, las ventas más abultadas van a parar a quien había gozado del privilegio de colocarse entre los mejores en las últimas sesiones, a BME. Pese a marcar un primer cambio con un retroceso superior al 5 por ciento, la compañía estabiliza sus pérdidas en torno al 1,5 por ciento tras esos primeros momentos de nerviosismo. Le siguen por retrocesos compañías como Enagás, Banesto y Acerinox, las tres ceden más de un 1 por ciento. En positivo, lo mejor se lo lleva REE, al sumar un 0,5 por ciento.