El Gobierno español está estudiando la posibilidad de imponer condiciones a la adquisición por parte de Saudi Telecom (STC) de una participación del 9,9% en Telefonica. Según informa Bloomberg, estas condiciones serían similares a las impuestas en operaciones anteriores y podrían incluir límites a la venta de activos y al pago de dividendos.
Las disposiciones que el Gobierno podría imponer a la adquisición de STC en Telefónica podrían ser similares a las aplicadas en 2021 a la compra del 23% de Naturgy por el fondo australiano IFM Global Infrastructure. Estas condiciones incluyen el respaldo a determinadas políticas corporativas, como la inversión en proyectos considerados importantes para la nación, el mantenimiento del registro legal y la sede de la empresa en España, una política de dividendos prudente y un ratio de apalancamiento de grado de inversión. Además, el comprador debería abstenerse de respaldar la venta de activos críticos o apoyar cualquier propuesta de privatización de la empresa.
Hasta el momento, Saudi Telecom no ha presentado una solicitud formal al gobierno español para que apruebe la adquisición de las acciones de Telefónica. Cabe mencionar que España cuenta con dos normativas principales que se aplican a las adquisiciones extranjeras de empresas nacionales. Una de ellas, establecida durante la pandemia, requiere la aprobación del Gobierno para cualquier adquisición de una participación igual o superior al 10% en empresas consideradas estratégicamente importantes. La otra normativa autoriza al Gobierno a bloquear las compras de participaciones iguales o superiores al 5% en empresas estratégicas en términos de defensa y seguridad nacional, lo cual aplica a Telefónica.
El consejo de administración de Telefónica tiene prevista una reunión para el miércoles, 27 de septiembre, en la cual se discutirá, previsiblemente, la entrada de Saudi Telecom (STC) como principal accionista de la operadora española. Esta reunión, que ya estaba programada antes de la irrupción de STC, se espera que se centre en el movimiento de STC en Telefónica, y se desconocen los puntos del orden del día. El hecho de que la operación haya cogido por sorpresa a la compañía y a su máximo órgano de gobierno, ha generado malestar en algunos consejeros.