Según señala el Fondo, las autoridades monetarias deberían prestar mayor atención a los riesgos macrofinancieros a través en un endurecimiento anterior de las condiciones monetarias y de la toma de medidas "más enérgicas" para tratar de evitar "excesos peligrosos en los mercados de activos y el crédito", y cuando surjan señales de recalentamiento de la economía o de burbujas en los precios del crédito y los activos.


En dos capítulos de su informe sobre las perspectivas de la economía mundial divulgados hoy por el Fondo, el FMI establece una serie de recomendaciones en materia de política monetaria para controlar las fluctuaciones de precios en los activos en el futuro, y recomienda un endurecimiento de las condiciones monetarias "aún si la inflación parece estar en general bajo control".
"Esto supondría endurecer con mayor anticipación las condiciones monetarias y tomar medias más enérgicas para evitar riesgos peligrosos", explica.

En definitiva, la evolución de los precios no es el único factor que tienen que tener en cuenta los bancos centrales para establecer su política monetaria ya que el Fondo recuerda que en el pasado, el desplome de los precios de los activos estuvo precedido "a menudo" de "una rápida expansión del crédito, un deterioro de los saldos en cuenta corriente y aumentos importantes de inversión en viviendas". "Con la inflación en general bajo control los bancos centrales dieron cabida a estos crecientes desequilibrios, elevando así el riesgo de que se produjera un desplome perjudicial", especifica el capítulo, firmado por los expertos del Fondo Antonio Fatas, Prakash Kannan, Pau Rabanal y Alasadair Scott.

No obstante, el artículo considera la ampliación del enfoque de la política monetaria "una tarea difícil" que requerirá ampliación de las funciones y creación de nuevos instrumentos de política.

"Las autoridades tendrán que evaluar los factores que impulsan los movimientos de precios de los activos y ejercer discrecionalidad a la hora de actuar para no cometer errores costosos en materia de políticas", explicó el Fondo.

HUBO SEÑALES DE ALERTA QUE NO FUERON TENIDAS EN CUENTA


El FMI, precisa, que no obstante, la actual crisis no puede atribuirse exclusivamente a la política monetaria, aunque establece que "hubo señales de alerta con anterioridad a la crisis actual que las autoridades monetarias podrían haber tenido en cuenta".

Concretamente, aunque reconoce que los bancos consiguieron el mantenimiento de la inflación en las economías avanzadas "dentro de una banda estrecha" durante el periodo previo a la crisis, les acusa de haber permitido " el relajamiento de las condiciones financieras, elevando el riesgo de un desplome perjudicial".

Por tanto "sería útil que las autoridades monetarias se centraran más en evitar el desplome de los precios de los activos".