En la edición de septiembre de su Informe de Estabilidad Financiera Mundial
(GFSR por sus siglas en inglés), el FMI aclara que esta estimación no tiene en cuenta las necesidades de capital de los bancos, para lo cual sería necesario llevar a cabo una evaluación completa de los balances y las posiciones de ingresos, sino que busca dar una idea del aumento del riesgo de crédito soberano experimentado por los bancos en los últimos dos años, según informa Europa Press

La institución advierte de que estos efectos se ven amplificados por la existencia de una red de instituciones financieras "altamente interconectadas y apalancadas". "Cuando se incluyen las exposiciones interbancarias frente a los mismos países, la magnitud del contagio aumenta en aproximadamente la mitad", agrega.

Además, advierte que el hecho de que en algunas economías los bancos ya hayan perdido acceso a los mercados de financiación privada eleva el riesgo de un desapalancamiento más pronunciado, de una contracción del crédito y de nuevos obstáculos a la actividad económica, "a menos que se tomen medidas adecuadas para abordar las fuentes del riesgo soberano y para subsanar las consecuencias potenciales para el sistema financiero".