“Grecia todavía puede pagar”, asegura Juncker quien mantiene su apuesta por Grecia puesto que carece de motivos “para dudar de la solvencia” del país después de su rescate por parte de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional.

Palabras que vienen a paliar los efectos del recorte de Moody´s sobre la calificación crediticia de Grecia en tres escalones debido, argumenta, al mayor riesgo de moratoria.