En lo que va de año, la divisa americana se ha apreciándose frente a la japonesa en más de un 13 por ciento hasta llegar a niveles que no se veían desde hace ya casi 4 años.
Un movimiento que acompaña a la expansión del diferencial que hay entre bonos americanos y bonos japoneses. Los expertos de Barclays destacan que el gap entre los títulos a dos años de los dos países está en máximos desde marzo de 2012.
En UBS afirman que esta expansión de los spreads indica que el dólar seguirá apreciándose en los próximos meses.
Los analistas recuerdan que las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico favorecen este movimiento. Si por un lado en Estados Unidos la Reserva Federal ya se prepara para el tapering y un posible aumento de los tipos de interés quizá el próximo año, en Japón la filosofía del Banco de Japón sigue una dirección opuesta.
Los expertos de Barclays que ha consultado Reuters creen que la rentabilidad del treasury a 10 años podría aumentar hasta tocar el nivel del 3,75 a finales del próximo año. Hay que recordar que en estos momentos roza el 2,9% después de una gran escalada en los últimos meses tras la amenaza del tapering.
El llamado Abenomics (la política económica del actual ministro de economía) opta por la depreciación de la moneda como fórmula para ganar recuperar el pulso económico.
El debate se hace quizá más actual justo los días en los que los máximos representantes de los distintos bancos centrales del mundo se reúnen en Jackson Hole para hablar sobre política monetaria.
Entre los pocos personajes importantes que se pasearán por esta ciudad este fin de semana se encuentra el gobernador del Banco de Japón, Kuroda. Todos esperan que siga apoyando un yen débil. En una entrevista con Bloomberg, los expertos de Royal Bank of Scotland afirman que “esto es algo que apoyará la debilidad del yen”.
Hay que recordar que el BoJ ha adoptado una política muy agresiva en los últimos meses con el objetivo de elevar el nivel de precios en el país con el objeto de que la inflación alcance el 2%.