No obstante, muchos economistas creen que tendrá que reanudar su ciclo de recortes de tipos a lo largo del año para contrarrestar la ralentización económica y los efectos del endurecimiento de las condiciones crediticias. El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Reino Unido descendió en enero un 0,7% mensual y creció un 2,2% en términos interanuales, frente al 2,1% anualizado de diciembre. Mientras, la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de alimentos y energía, disminuyó al 1,3% interanual, la tasa más baja desde 2006.