Al mismo tiempo, el subíndice destinado a las ventas también marcaron un ritmo de mejora también inferior al esperado. Crecieron al 0,5%, cuando las previsiones de los economistas habían señalado una subida del 0,8%. A este ritmo de ventas, llevaría 1,15 meses agotar los inventarios, sin cambios respecto de agosto.

Los inventarios mayoristas habían acumulado subida tras subida desde que en diciembre de 2009 experimentaran su último descenso. En aquella ocasión anotaron una bajada del 0,8% y hasta este tropiezo de septiembre no habían vuelto a descender.