Un movimiento que encontró apoyo adicional en diciembre con la decisión de la Reserva Federal (FED) de poner en práctica un nuevo programa de compra de activos (Quantitative Ealing 4). El caso es que desde el 13 de noviembre la divisa europea acumula una apreciación del 5,14% para cotizar en torno a 1,335 frente al dólar.

Ahora bien, ¿qué podemos esperar en adelante? Aunque por fundamentos económicos lo cierto es que a medio plazo el riesgo de asistir a una renovada debilidad de la divisa europea sigue siendo importante, en el más corto plazo (al menos durante 2013) pienso que el cruce USD/EUR va a estar más cerca de 1,40 que de 1,25. Las razones son varias. En primer lugar hay que destacar la estrategia de política monetaria de la FED, la cual es proclive a mantener la divisa débil. Y adicionalmente,
otro aspecto muy importante es la recuperación del apetito por activos de la zona euro, dado el potencial de rentabilidad debido al peor comportamiento de los últimos años respecto a activos denominados en otra divisa, y principalmente frente al USD. Obviamente, los aspectos que podrían provocar un cambio de tendencia giran en torno a la aparición de un nuevo brote de aversión al riesgo debido a (i) un recrudecimiento de la crisis del euro y con bajadas adicionales (o no) en el tipo repo del BCE (algo que hoy por hoy no parece probable) o (ii) a un fuerte empeoramiento de las perspectivas para la economía mundial.

Tipo de cambio Dólar Estadounidense/Euro



Fuente: BCE