De hecho, un portavoz de General Motors, Tony Cervone, confirmó que la corporación centra todos sus esfuerzos en conseguir liquidez a corto plazo.


General Motors, Ford y Chrysler han solicitado al Gobierno estadounidense una inyección de 25.000 millones de dólares (cerca de 20.000 millones de euros) para hacer frente a sus necesidades de liquidez a corto plazo, y han advertido de que peligran millones de empleos y la continuidad de la industria estadounidense.