Pekín repasa periódicamente sus datos económicos pasados, lo que suele dar como resultado la subida de sus cifras. Esta última revisión llega justo cuando comienza a ser innegable que el gigante asiático también se está viendo golpeado por la recesión. Las cuentas de los últimos dos meses de 2008 muestran una caída continúa de las exportaciones e importaciones, algo que no ocurría desde principios de la década.

En el último trimestre de 2008 la economía china creció un 9%, y los analistas más pesimitas advierten de que el crecimiento para este año podría caer hasta un 6%, insuficiente para seguir creando empleo.

Pekín anunció en noviembre un paquete de medidas económicas, por valor de 4 billones de yuanes (más de 360.000 millones de euros) para estimular en consumo interno y contrarrestar la caída de las exportaciones y la inversión externa, hasta ahora motor principal del crecimiento chino. El dato del crecimiento del PIB en 2008 será dado a conocer la próxima semana.