La decisión del Gobierno chino secunda el anuncio realizado anteriormente por Rusia, que mostró su intención de adquirir hasta 10.000 millones de dólares (algo más de 7.000 millones de euros) en deuda del FMI.

"Esta es una decisión que beneficiará a todos", afirmó Strauss-Kahn. "Por una parte impulsará la capacidad del FMI para ayudar a algunos miembros a hacer frente a la crisis, lo que beneficiará al conjunto, puesto que contribuirá a una más pronta recuperación, mientras que los nuevos títulos ofrecerán a los miembros un instrumento seguro de inversión con un rendimiento razonable", añadió.