Las previsiones de la patronal son que la economía española decrecerá el 0,5 por ciento en 2009 y desde principios de ese año habrá más de tres millones de parados, no sólo por el ajuste de la construcción, sino por la paralización de proyectos empresariales y el deterioro del consumo de las familias.

Díaz Ferrán añadió que "no podemos evitar la recesión", pero ve el inicio de la recuperación en la primera parte de 2010, gracias al esfuerzo de las familias y el ahorro para compensar el déficit exterior; la caída de la inflación, que aumenta el poder adquisitivo, y la reducción de costes financieros, con la normalización de los mercados.

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