En una jornada sobre el sistema financiero en el Consejo Económico y Social (CES), Olavarrieta sostuvo que es necesario contar con dicha hoja de ruta para bancos y cajas de ahorros "para evitar cualquier problema", aunque rechazó la posibilidad de llevar a cabo un "manguerazo", palabra que empleó para referirse a una recapitalización indiscriminada en el sector financiero,


Olavarrieta subrayó que las entidades que cuenten con un ratio de solvencia holgado por encima del 8% no necesitan ayuda, pero abogó por que
para fomentar la concesión de crédito se refuerce el capital de las entidades que se encuentren cerca de dicha referencia, a través de los avales de sus emisiones, por ejemplo.

El Gobierno español no ha inyectado dinero hasta ahora al sistema financiero español, sino que se lo ha prestado a precios de mercado, tanto a través de los avales a las emisiones como de la compra de activos financieros de máxima calidad, recordó Olavarrieta, tras avanzar que el Tesoro Público ha ingresado 1.165 millones de euros a través de estos mecanismos. "No se ha regalado nada a los bancos y a las cajas", enfatizó.

Según los datos que maneja la patronal, en la actualidad hay cuatro cajas de ahorros por debajo de un coeficiente de solvencia del 10%, y la morosidad de estas entidades se situó en el 4,90% en abril, dato que Olavarrieta consideró esperanzador, aunque supone un aumento respecto a la tasa de impago del 4,78% registrada el mes anterior.

"INDUDABLEMENTE HAY BROTES VERDES"

A su parecer, el último dato de mora puede considerarse un "brote verde", al igual que las últimas emisiones de deuda y algunos indicadores de coyuntura en Estados Unidos, como la venta de vivienda, los últimos datos de desempleo e incluso los resultados de las pruebas de estrés aplicadas a la banca norteamericana, que han mejorado las expectativas. "Indudablemente hay brotes verdes", dijo el director general de la CECA.

No obstante, también advirtió de que hay riesgos, como la posible rebaja de rating a 36 entidades financieras españolas, y la posibilidad de que el sistema financiero español necesite una recapitalización de 3.200 millones de euros, según los cálculos del FMI, organismo que ha tenido que revisar sus previsiones en reiteradas ocasiones, recordó Olavarrieta.

Lo que algunos ven "probablemente no sea la luz al final del túnel", indicó el director general de la CECA, mientras mostraba una filmina con la imagen de un pez gigante de atraía a sus presas hacia sus fauces con una lucecita. No obstante, se mostró convencido de que las cajas de ahorros saldrán reforzadas de la crisis.

"Es evidente que hay un hundimiento del modelo de mercado y hay que volver al negocio tradicional y redimensionar las redes de las entidades financieras", reconoció Olavarrieta, quien reclamó la sensibilidad de los sindicatos para llevar a cabo el adelgazamiento de la red comercial de las cajas.

En este escenario de crisis financiera y tras la desaparición de la banca de inversión, las cajas de ahorros van a continuar operando, gracias en parte a las provisiones anticíclicas establecidas obligatoriamente por el Banco de España, que han permitido al sistema financiero español "pasar de puntillas" por la crisis financiera.

Olavarrieta reconoció que la excepción a la norma ha sido lo sucedido por Caja Castilla-La Mancha (CCM), que tuvo que emitir cuotas participativas para reforzar su capital, suscritas íntegramente por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En este sentido, insistió en que las cajas "siempre están a favor de la posibilidad de aumentar sus recursos propios con cuotas participativas".

Las cajas son un binomio de modelo de negocio y de modelo social cuyo éxito se asienta en la banca minorista que fabrica los productos que necesita el clientes y no comercializa productos estereotipados, dijo el director general de la CECA, partidario de "luchar contra la exclusión financiera y social".