Las asambleas de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria rechazaron la integración de sus activos en Banco Base, ya que la elevada necesidad de fondos públicos que suponía el proyecto con CAM habría forzado una nacionalización en un porcentaje tan elevado que hacía perder la capacidad de gestión y autonomía de las otras entidades integrantes del proyecto.

El grupo fusionado con CAM habría tenido que pedir 2.784 millones de euros al FROB, el doble de lo inicialmente previsto, para elevar la solvencia del banco debido a los problemas de la caja alicantina. Este monto, sumado a los 1.493 millones pactados en forma de participaciones preferentes coloca a Banco Base a las puertas de la nacionalización, con el Estado como accionista mayoritario, lo que ha provocado el rechazo los socios de la CAM, según informa El Mundo.

“CAM continuará adelante con Banco Base del que ahora se separan sus socios”, dice la caja en un comunicado. “La dirección de CAM ha comenzado a estudiar con sus asesores las consecuencias jurídicas de esta decisión y los derechos que le puedan corresponder por la ruptura de los acuerdos y manifiesta que efectuará todas las reclamaciones que procedan”, añade.

Antes de CAM ya habían solicitado la nacionalización parcial cuatro grupos de cajas de ahorros, que optaron por esta vía para completar de forma parcial o total las nuevas necesidades de core capital fijadas para las financieras no cotizadas en el 8%.