Los ministros de Economía de los Veintisiete ya expresaron en julio su apoyo a la intención de Bruselas de regular el sector. Y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha criticado duramente su actuación durante la crisis y ha cuestionado que las agencias de 'rating' más importantes sean todas estadounidenses.
La propuesta del Ejecutivo comunitario, que debe ser aprobada por los Estados miembros y por la Eurocámara para entrar en vigor, obligará a las agencias de calificación de riesgos a registrarse en la UE para poder ejercer su actividad y a cumplir una serie de exigencias.
En concreto, las agencias estarán obligadas a resolver cualquier posible conflicto de interés, a utilizar métodos de evaluación sólidos y a aumentar la transparencia del proceso de elaboración de calificaciones. El objetivo de Bruselas es garantizar que las calificaciones constituyan informaciones fiables y precisas para los inversores.
Para ello, propone prohibir que las agencias de 'rating' presten también servicios de consultoría, como hacer recomendaciones formales o informales sobre el diseño de un instrumento financiero estructurado.

