Botín, que pronunció un discurso en la 'II Conferencia de Banca Internacional', consideró que en el actual escenario el tamaño de las entidades "no es el problema" en cuanto al riesgo sistémico, y rechazó penalizar la dimensión de los bancos con más requisitos de capital regulatorio.

El presidente del Santander subrayó que una de las lecciones más importantes de la crisis es que no se debe infravalorar el riesgo, pero que "no por ello debemos pasar al otro lado de la balanza y establecer indiscriminadamente mayores requisitos de capital".

Botín ve importante que se siga avanzando en la armonización de los ratios de capital y se mostró de acuerdo con la idea de 'a más riesgo más capital', así como en requerir mayores exigencias de capital en las actividades de 'trading' o en las 'retitulizaciones'.

Para analizar las fuentes de riesgo sistémico hay que prestar atención a la interconexión de las entidades, a la complejidad de los productos y grupos financieros, a la deficiente gestión del riesgo, al apalancamiento excesivo, a la concentración de vencimientos a corto plazo, a los fallos en el gobierno corporativo y a los modelos de negocio inadecuados.

No obstante, el presidente de Santander matizó que estos criterios guía fijados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco de Basilea, entre otras instituciones, no deben sustituir al conocimiento en profundidad que las autoridades tengan de las entidades en sus ámbitos de actuación.

En este sentido, insistió en que limitar o penalizar el tamaño de las entidades con más requisitos de capital regulatorio "no sólo no soluciona el problema, sino que puede acarrear consecuencias adversas como distorsionar las reglas del juego o penalizar los flujos financieros hacia la economía real".

"Lo que hay que vigilar y, en su caso, restringir, es el riesgo excesivo, no el tamaño por el tamaño", ya que existen grandes entidades, como Santander, pero que cuentan con estructuras y un modelo de negocio sencillo", alegó Botín, para quien "el tamaño no debe confundirse con complejidad ni con riesgo".

"TESTAMENTOS EN VIDA"

Asimismo, abogó por que las entidades que puedan suponer un riesgo sistémico diseñen planes de desmantelamiento, los denominados 'testamentos en vida', para que los conozcan los supervisores, y por que se definan marcos jurídicos para intervenir entidades en casos de crisis.

"Un diagnóstico correcto del riesgo sistémico que permita reducirlo sin provocar costes no deseados es un aspecto esencial en el diseño del sistema financiero futuro", dijo Botín, que también reclamó que las entidades reflexionen sobre cuál debe ser su aportación.

Botín incidió en que el banco tiene el objetivo primordial de detectar cualquier debilidad en su modelo de negocio que lo pueda hacer vulnerable en la crisis actual o en las futuras, y consideró que su modelo de negocio de banca comercial "ha salido reforzado y ha demostrado ser mucho más resistente que otros".

Entre los rasgos distintivos del Santander, destacó su balance claro y transparente, "sin activos tóxicos", su foco en la banca comercial, que aporta estabilidad, la diversificación geográfica, que permite diversificar riesgos, y su estructura internacional basada en filiales, sujetas a supervisión local y con plena independencia de capital y liquidez.

"HAY LUGAR PARA CIERTO OPTIMISMO"

Por otro lado, Botín estimó que hoy, por primera vez desde el inicio de la crisis financiera, hay lugar "para un cierto optimismo" tras el esfuerzo realizado a nivel mundial por bancos centrales y gobiernos.

Gracias a la reducción de los tipos de interés, a la inyección de liquidez en cantidad y condiciones extraordinarias, a los ambiciosos planes fiscales y a las medidas para restablecer la solvencia y para facilitar operaciones corporativas para entidades inviables, "las principales economías muestran signos de recuperación".

En particular, precisó el presidente del primer banco español, destaca el buen comportamiento de algunos países emergentes, "que sin duda van a jugar un papel muy relevante en el futuro".

Los mercados de renta variable han recuperado los niveles anteriores a la quiebra de Lehman Brothers y los diferenciales de crédito se han reducido significativamente, y el sistema financiero en su conjunto funciona con fluidez, "aunque aún resta camino por recorrer", consideró Botín.