Bernanke hizo hincapié en su intervención en que el enorme déficit presupuestario
representa una grave amenaza para la economía. "A pesar de que las autoridades fiscales aborden el tema urgente de la sostenibilidad fiscal, se debe tener cuidado de no obstaculizar innecesariamente la actual recuperación económica", dijo Bernanke. "Afortunadamente, las dos cosas son totalmente compatibles".
En su última reunión, la Reserva Federal señaló que la recuperación total de la economía estadounidense podría tardar al menos tres años más. Como resultado, la Fed dijo que no planea elevar los tipos de interés, actualmente en mínimos, hasta finales de 2014 como muy pronto.
La audiencia comenzó con una nota polémica. Paul Ryan, republicano por Wisconsin, dijo que las políticas de la Fed suman incertidumbre y el aumento de los riesgos de una mayor inflación en el futuro. Ryan fue crítico con la decisión de la Fed de la semana pasada.
"Creo que esta política corre el gran riesgo de alimentar burbujas de activos, desestabilización de los precios y, finalmente, erosionar el valor del dólar", dijo Ryan.
No obstante, la economía del Tío Sam está dando síntomas de mejora: aumenta la producción manufacturera, los estadounidenses compran más coches, la tasa de desempleo está cerca de su nivel más bajo en casi tres años y se están creando puestos de trabajo. Sin embargo, el crecimiento experimentado a finales de 2011 fue, todavía, modesto.
Una razón fundamental por la que el déficit se ha disparado en los últimos cuatro años es que el gobierno recaudó menos ingresos fiscales, debido en parte, a los millones de empleos perdidos durante la Gran Recesión. Al final, todo es un ‘círculo vicioso’.
La Fed también ha tomado medidas extraordinarias durante y después de la recesión para tratar de ayudar a la economía a recuperarse. En junio, se completó la segunda ronda de compra de bonos. De hecho, el presidente de la Fed no descartó, en la conferencia de prensa de la semana pasada, una nueva ronda de compra de bonos.