Berkeley Energia no lo tiene fácil. Ni dentro ni fuera del mercado. La decisión del pasado mes de julio por parte del CSN cayó como una losa sobre la cotización del valor, para una compañía que, en su presencia en España, lo ha fiado todo a la construcción en la localidad salmantina de Retortillo de la mayor mina de uranio a cielo abierto de Europa.
El que fuera uno de los valores más especulativos del Mercado Continuo español está ahora ligado a cualquier noticia relacionada con la mina. El impás del mes de agosto y lo que llevamos en su cotización de septiembre, le ha proferido cierta mejora, aunque la consolidación es el sesgo que marca su precio en el mercado. Ha llegado a tocar los 0,19 euros por acción al cierre de agosto, pero sin un avance sustancial en el valor.
De hecho, en las últimas 20 sesiones, el valor pierde en torno a un 2,5%, aunque lo cierto es que, en las 10 jornadas precedentes, sube un 3% que equilibra esa caída. Desde los mínimos del pasado 13 de julio en los 12,2 euros por acción Berkley sube en el Mercado Continuo un 54%, recuperando posiciones, en especial con sus alegaciones de las que después hablaremos contra la denegación del permiso de la mina, aunque la última palabra la tiene el gobierno.
Sin embargo, desde los niveles anteriores a la decisión, que puede truncar sus planes de inversión en España, en los 0,40 euros por acción, sus títulos pierden un 114%, cifra que se eleva a un 164% negativo si nos retrotraemos a los máximos del ejercicio, los 0,49 euros por acción. En lo que llevamos de año Berkeley cede casi un 49% y se coloca como el tercer peor valor del Mercado Continuo en lo que llevamos de 2021.
Mientras lo último de la compañía es la presentación de alegaciones contra el informe del Consejo de Seguridad Nuclear. Un documento que presenta la empresa para tratar de desmontar con lo que califica de sólidos argumentos lo que manifiesta el CSN. La compañía considera que lo que vierte en el informe el Consejo, sus cuestiones técnicas son inadmisibles en su totalidad y que carecen por completo de base tanto técnica como jurídica.
Y sobre todo pone de manifiesto que se tenga en cuenta la mejora de la solicitud inicial, realizada tras el informe para superar las incertidumbres que ha planteado el Consejo de Seguridad Nuclear.
Los indicadores técnicos de Berkeley Energía que elabora Ei nos muestran una mejora, en modo rebote para el valor, que, sin embargo, todavía se mueve en niveles de puntación total reducida. De hecho, alcanza 4 puntos totales de los 10 que adjudican los indicadores premium de Estrategias de Inversión.
En concreto entre lo mejor nos encontramos con una tendencia alcista a medio plazo, con volumen a largo plazo creciente, y con la volatilidad a la baja: el rango de amplitud tanto a medio como a largo plazo para Berkeley se mueve a la baja, es decreciente para el valor. En el otro lado nos encontramos con la tendencia bajista a largo plazo, el momento total negativo, lento y rápido y el volumen de negocio a medio plazo que se nuestra decreciente.
