Silencio desde el gobierno a la decisión definitiva sobre la apertura de la mina de uranio a cielo abierto en el Retortillo, Salamanca solicitada por Berkeley Energia. Como les hemos venido contando la decisión final debe llegar del ministerio que dirige Teresa Ribera, aunque tanto PSOE como Unidas Podemos, las dos caras del gobierno, ya había mostrado su desacuerdo en que este proceso llegara a buen término.
Sin embargo, Berkeley ha iniciado una batalla legal para contrarrestar el efecto negativo y, que puede ser decisivo, del informe del CSN, el Consejo de Seguridad Nuclear, que además es vinculante en un informe en el que, pone en valor, lo que considera riesgos de primer orden en el tratamiento de los residuos radioactivos, que podrían derivar, a futuro en filtraciones de sustancias peligrosas para los acuíferos.
De momento el valor sigue muy castigado en el mercado, ya que, aunque recupera desde los mínimos del ejercicio en los 0,122 euros por acción alcanzados el pasado 13 de julio, tras la decisión, en concreto avanza desde ese nivel un 61%, no ha vuelto a alcanzar los niveles precios, por encima de los 0,40 euros por acción, y más lejos si cabe de los 0,49 euros de máximos del ejercicio. De ellos le separa un 150%.
En su gráfica de cotización, comprobamos como el valor cede un 4,3% en las últimas tres sesiones cotizadas, aunque se mantiene en positivo en las últimas 20, con un saldo favorable que raya en la recuperación del 5%. Desde que comenzara el mes de octubre, el avance es del 4,8% para Berkeley Energía. Pero desde que comenzara el ejercicio, el pasado 4 de enero el valor se coloca como el cuarto peor del Mercado Continuo, con un recorte acumulado del 46,22%.
Desde agosto cuando presentó la compañía las alegaciones para desmontar el informe y mejorar los aspectos que se criticaban no ha habido novedades, ni a favor ni en contra, mientras la empresa considera que los argumentos del CSN carecen de base técnica y jurídica.
La compañía ya señaló a la CNMV que defendería lo que considera sus legítimos intereses hasta las últimas instancias y que exigirá las responsabilidades necesarias sin dejar de colaborar con la aportación de la información disponible sobre el proyecto. En octubre del pasado año ya contrató a Herbert Smith, un despacho de abogados británico australiano para defender sus intereses.
Los indicadores técnicos premium que elabora Estrategias de Inversión nos muestran que Berkeley, en modo rebote, mejora ligeramente una puntuación que sin embargo es del todo insuficiente con 3 puntos totales de los 10 posibles para el valor. Con tendencia a largo plazo bajista, pero alcista a medio plazo, momento total, lento y rápido negativo para Berkeley.
En cuanto al volumen de negocio del valor, se mueve decreciente en sus dos vertientes, a medio y también a largo plazo, aunque la volatilidad el valor, medida en términos de su rango de amplitud, es decreciente, a medio y a largo plazo. El grupo ya había invertido, hasta enero de este año, más de 94 millones de euros desde que comenzó su proyecto en el año 2012 y su objetivo era alcanzar los 400 millones al acabar el proyecto dentro de 14 años.
