Leterme ha indicado además que el Estado belga garantizará la financiación de todos los bancos sistémicos belgas, con las mismas condiciones que las acordadas hoy para Dexia.


Dexia, que ya fue objeto la semana pasada de una recapitalización pública urgente y un cambio en su cúpula directiva, continuaba registrando fuertes perdidas debido a la desconfianza de los inversores respecto a su filial americana FSA, afectada por la crisis de la hipotecas de alto riesgo.


Según informa en su edición digital el diario económico "L'Echo", FSA permanecerá dentro del grupo.

Durante toda la noche el primer ministro belga, los ministros de Finanzas de Bélgica, Francia y Luxemburgo, los nuevos administradores de la entidad y destacadas personalidades políticas han permanecido reunidos en el Palacio d'Egmont de Bruselas para salvar al banco de la catástrofe.

En virtud del acuerdo, el Estado belga aportará su garantía por un 60,5%, Francia por un 36,5% y Luxemburgo por un 3% hasta un montante máximo de 4.500 millones de euros, según una fuente luxemburguesa citada por el diario.

"Después de la recapitalización, la garantía es una etapa importante para Dexia. Va en el interés del banco y de sus clientes, que pueden estar tranquilos respecto a sus depósitos", ha declarado el ministro luxemburgués del Tesoro, Luc Frieden.

El pasado día 30 Bélgica, Francia y Luxemburgo decidieron inyectar 6.400 millones de euros en Dexia, en el marco de una ampliación de capital, con objeto de aumentar su solvencia y restaurar así la confianza en la entidad, considerada hasta entonces líder mundial en financiación de corporaciones locales.

El día 7, después de una entrevista entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, e Yves Leterme, se anunció un cambio en la cúpula directiva de la entidad franco-belga.

El francés Pierre Mariani es el nuevo consejero delegado y el ex primer ministro belga Jean-Luc Dehaene, el presidente del consejo de administración.