Sin embargo, en Europa se seguía priorizando el ajuste de las cuentas fiscales con el objetivo de permitir que los estados miembros vuelvan a niveles de déficit más asequibles.

Sin embargo, tras formalización de la ayuda formal a Irlanda y con un desbocado efecto contagio que cada vez amenazaba con cobrarse nuevas víctimas, el BCE se ve obligado a seguir dotando de liquidez a las entidades bancarias y a valorar y analizar alternativas que en definitiva, poco se diferencian de las que se han tomado al otro lado del Atlántico.
  1. Ampliar el volumen de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF).
  2. Definir un programa de compra de bonos más contundente por parte del BCE.
  3. Creación de un eurobono. La última propuesta de Jean Claude Juncker, presidente del eurogrupo y primer ministro luxemburgués y que por supuesto no ha sido acogida precisamente con agrado por Alemania, claramente perjudicado en caso de que finalmente se decidiera emitir un bono conjunto de los países de la eurozona.
Así, ante el profundo miedo que despierta la periferia europea y el amenazante efecto contagio, buenas intenciones y algunas alternativas a valorar y analizar pero todas ellas, con el claro rechazo de Alemania. Y es que si recuerdan, no hace mucho tiempo atrás, Alemania hablaba abiertamente de retirar los estímulos.

Por tanto, una vez más la clave está en Alemania. Mucho me temo que serán necesarias muchas negociaciones que pueden acabar en nada; pues apoyar las medidas que se proponen como solución al efecto contagio, sin duda resultaría impopular en Alemania pero no apoyarlas, podría resultar fatal para Europa y por ende, para Alemania.

Mientras tanto, la única respuesta positiva en forma de menor tensión en el mercado de deuda soberana, sigue siendo como resultado a las compras de bonos de los emisores periféricos más afectados por la crisis periférica. Compras, que sin ser oficiales, sin ser anunciadas formalmente o sin ser presentadas a modo de QE, han aumentado de forma considerable en la última semana y parecen ser la única solución de corto plazo. Una solución que nos guste o no, no deja de confirmar que las diferencias en la gestión entre FED y BCE son algo que forma parte del pasado. ¿Una buena forma de comprar tiempo hasta encontrar el acuerdo con Alemania? A mi sí me lo parece pero considero importante que los acuerdos lleguen pronto; por este motivo, la reunión del Consejo Europeo del próximo 16-17 de diciembre en Bruselas cobra especial importancia.