Las previsiones de la entidad financiera contrastan con las del Gobierno que, para este año, prevé una caída del PIB del 3,6%, y para 2010, es aún mucho más optimista que BBVA, ya que plantea un descenso del 0,3%, cuatro veces menos que la estimación del banco.

Entre estos factores, destaca un mercado laboral que muestra un alto nivel de desempleo estructural, aunque previsiblemente la destrucción de empleo irá reduciéndose paulatinamente a lo largo de 2010, si bien el crecimiento de la actividad será insuficiente para crear empleo de forma sostenida.

En lo que respecta al déficit público, éste alcanzará el 11,4% en 2009 y se moderará al 10,3% el año que viene, lo que supone cifras más pesimistas que las últimas publicadas por el Gobierno. En este sentido, el BBVA considera que debe prestarse "especial atención" al plan temporal de reconducción del déficit para impedir que afecte negativamente a la recuperación, prevista para finales de 2010.

Según el economista jefe de BBVA para España y Europa, Rafael Doménech, pese a la existencia de elementos que lastran el crecimiento español diferencialmente frente a Europa, como el mayor proceso de desapalancamiento y el ajuste del sector inmobiliario, la economía española ha podido acotar la fase más aguda de la recesión y evitar que su caída fuera superior por el uso más "incisivo" de la política fiscal y por la contracción de las importaciones.

Sin embargo y a pesar de la moderación en el ritmo de contracción ya producida, existen "pocos elementos" que permitan prever que en 2010 existirá un periodo de "sólida recuperación". En concreto, el Servicio de Estudios del BBVA estima que, según el indicador sintético que elabora la entidad, el PIB caerá en el tercer trimestre un 0,4% y un 0,2% en último trimestre de este año, lo que dará lugar a una caída global del 3,8% en 2009.

LA RECUPERACIÓN DEL PIB Y EL EMPLEO, A FINALES DE 2010

De esta forma, cree que las tasas positivas de crecimiento empezarán a llegar en los últimos meses de 2010 y que el empleo, a pesar de las grandes incertidumbres que rodean a la población activa, también empezará a recuperarse en esas fechas, aunque la tasa de paro no empezará a bajar hasta el año 2011.

Asimismo, considera que el crecimiento potencial de la economía, anteriormente situado en el 3%, se reducirá al entorno del 2% después de la crisis, aunque se mantendrá por encima del de la zona euro, que se rebajará al 1,4%.

El déficit público, por su parte, alcanzará el 11,4% en 2009 y se moderará al 10,3% el año que viene, lo que supone cifras más pesimistas que las últimas publicadas por el Gobierno. En este sentido, el BBVA afirma que en 2010 se iniciará un proceso de ajuste en las cuentas y que los beneficios a largo plazo de este proceso exceden "ampliamente" los efectos contractivos sobre el crecimiento a corto plazo.

REDUCIR EL DÉFICIT, UN GRAN RETO


Sin embargo, afirma que debe prestarse "especial atención" al plan temporal de reconducción del déficit, ya que supone un "gran reto" y hay que impedir que afecte negativamente a una recuperación que no llegará hasta finales de 2010 y que será "lenta y difícil".

En cuanto a la deuda pública, el BBVA afirma que en 2009 llegará al 54% del PIB, "sensiblemente inferior" al nivel de la UE (cerca del 80%) que, a diferencia de España, ha sido responsable de un "sustancial paquete de ayudas" a los bancos equivalente al 5,7% del PIB.

Sobre las reformas, el Servicio de Estudios cree que se debe acelerar el ritmo de adopción de reformas estructurales para afrontar con éxito los retos del futuro. En este sentido, Doménech consideró que si se aceleran estas reformas, hay posibilidades de que el crecimiento potencial sea mayor en el futuro.

REFORMA LABORAL

Entre las reformas, Escrivá apuntó al mercado de trabajo y a la trasposición plena de la directiva de servicios, dos frentes que podrían tener un "impacto decisivo" en el crecimiento a largo plazo, ya que la mejora de la competitividad y la flexibilidad son "fundamentales" para ayudar en la búsqueda de nuevos mercados.

Por su parte, Doménech resaltó el problema que supone la dualidad del mercado de trabajo, que da lugar a una elevada tasa de temporalidad que hay atajar a través del reequilibrio de los costes de despido, de forma que las indemnizaciones crezcan de forma "suave" en función de la antigüedad.

Asimismo, apuntó a la negociación salarial como otro de los focos de las reformas necesarias, ya que los salarios en España no son sensibles a las tasas de paro y al resultado de las empresas, lo que genera un gran desequilibrio. "La velocidad de salida de la economía española dependerá crucialmente de la prioridad que se aplique a las reformas", señaló.

DIFICULTADES PARA LA RECUPERACIÓN

Sobre los factores que dificultarán la recuperación, Doménech destacó un mercado laboral que muestra un alto nivel de desempleo estructural, y el redimensionamiento del sector inmobiliario, que continuará en 2010, aunque la mejora en la accesibilidad de las familias a la compra de vivienda, derivada de unos tipos de interés bajos y de una previsible caída del precio, favorecerá la demanda.

De la misma forma, Doménech se refirió a los ajustes del crédito, aunque cree que el proceso de desaceleración "ha tocado fondo". Además, indicó que la inversión se seguirá contrayendo "con intensidad" en 2010 y más que la UE, y crecerá a un ritmo del 22%, frente al 31% de años pasados.

En cuanto al consumo, se verá afectado por diversos factores, como el proceso de desapalancamiento de la economía española por la incertidumbre sobre la riqueza de las familias, por la subida del paro y por la subida del IVA, aunque estos efectos estarán limitados por los bajos tipos de interés, que se mantendrán en el entorno del 1% a lo largo de 2010.

LA SUBIDA DE IVA MERMARÁ UN 0,5% EL CRECIMIENTO

Sobre la subida de IVA, Doménech aseguró que afectará en medio punto al consumo por ser un "impuesto distorsionador" que afecta a las decisiones de consumo y que genera una caída del consumo privado y un aumento del ahorro, lo que provocará también cierta caída de la actividad.

En este sentido, aseguró que el BBVA defendía un aumento de IVA con efectos neutrales que compensara una bajada de cotizaciones a las empresas, de forma que se encareciera el consumo y se abaratara el factor trabajo sin efectos en las administraciones públicas. A pesar de todo, cree que subir el IVA distorsiona menos que subir las rentas del trabajo o de capitales.

En materia de precios, Doménech adelantó que la inflación empezará a repuntar en 2010, aunque aún hay recorrido para que la subyacente siga bajando hasta el entorno del cero, para después empezar a aumentar ligeramente. De esta forma, para 2010 el IPC se situará en el entorno del 1% o "ligeramente por debajo".