Durante este mes de marzo 4.000 sucursales de las 7 cajas de ahorro se han integrado en la nueva marca Bankia. Liderado por Caja Madrid y Bancaja pero compuesto por Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila, Caja La Rioja y Caja Segovia, la entidad ha lanzado durante este mes una campaña con el objetivo de obtener notoriedad de marco tanto para sus clientes como para sus futuros accionistas. Pero ¿qué ocurre si la marca choca frontalmente en la categoría con Rankia? El parecido fonético es evidente pero ¿y los servicios que ofrece?

La comunidad de usuarios por Internet especializada en productos financieros ha mostrado su oposición a que el nuevo SIP de cajas pueda utilizar el nombre de Bankia “pues es evidente la semejanza tanto fonética como de logos
(ver imagen adjunta) que está generando y generará la confusión de los usuarios”, reconoce
Miguel Arias, director de la comunidad financiera. Y más vale que BancajaMadrid o el Banco Financiero de Ahorros, como prefiere llamarlo Arias, reflexione con tiempo sobre su imagen de marca porque “está haciendo uso de un marca sin tenerla válidamente registrada y está lesionando los derechos de un tercero, de Rankia”. Un nombre que según el propio dirigente de la entidad, Rodrigo Rato “se ha elegido porque es un nombre próximo, fácil, directo y dinámico”.

Una marca en la que pesará la urgencia

Desde Rankia exponen el procedimiento. Cuando una empresa va a registrar una marca –antes tan siquiera de solicitarla- se hace una consulta de parecidos para la clase de actividad según la clasificación de Niza. La clase correspondiente a la presentación de servicios financieros es la clase 36. Rankia está registrada en esa clase desde 2003 “lo que significa que poseemos una propiedad intelectual sobre dicha marca desde hace 8 años para desarrollar actividad en el sector financiero”, reconoce Arias. El directivo reconoce que cuando Bankia hizo la consulta de parecidos en la clase 36 de la marca, Rankia apareció en la lista. “Sin embargo quienes gestionaron esa solicitud de marca obviaron esa presencia”. Y en el momento en que esa solicitud se publica en el Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual “la OEPM nos comunica que disponemos de dos meses para formalizar el escrito de oposición”. Y cuando se formula una oposición – como es el caso de Rankia – hay que esperar.

Desde Rankia admiten que la nueva marca está generando y va a generar confusión al usuario “además de limitar el potencial de la marca Rankia para su desarrollo futuro”. Por ello desde la comunidad no dudan incluso en acudir a los tribunales “porque pensamos que la marca es una parte fundamental del valor de nuestra empresa”.

Campaña a lo grande…de la mano del FROB

Una campaña con la que se han puesto mucho dinero sobre la mesa. Una cantidad que, para más INRI,  procede del FROB. Arias se siente molesto al ver cómo las entidades “utilizan recursos propios para promocionar o defender los derechos de una marca a la que nos estamos oponiendo, pero nuestra reivindicación no tiene nada que ver con cómo se utilizan los recursos del Fondo de Reestructuración sino con los derechos de propiedad intelectual”.

Aunque Bankia no ha hecho declaraciones a Estrategias de Inversión, es sabido que la entidad necesita captar en los mercados en torno a 2.000 millones de euros para poder cumplir los criterios de solvencia del Banco de España. El presidente de la entidad, Rodrigo Rato sabe que en los mercados no se podrán captar los recursos necesarios para todos los SIP por lo que ha acelerado el proceso de salida a bolsa, a pesar de no tener la confirmación definitiva de la marca Bankia en cartera.