El Estado austríaco asumirá el 99,8 por ciento de las acciones de la entidad por un precio simbólico de dos euros para evitar un derrumbe de la entidad, que sufre la falta de crédito interbancario como resultado de la crisis.
El capital propio del banco será aumentado del 8 por ciento actual hasta el 9 por ciento de los activos, con una inyección de 373 millones de euros por parte del Volksbank y del Dexia, así como al menos 100 millones por parte del Estado austríaco.
El Kommunalkredit, que inicialmente había esperado para este año un beneficio de unos 70 millones de euros, registrará finalmente unas pérdidas superiores a los 150 millones de euros.
Después de los bancos de inversión, también las entidades de financiación de proyectos públicos han dejado de funcionar debido a la actual crisis.
Entidades como el Kommunalkredit no tienen depósitos de ahorradores privados y concentran sus actividades en préstamos para municipios y gobiernos regionales para proyectos de obras públicas.
Estos préstamos se concedían a largo plazo y se financiaban en el mercado financiero a corto plazo, un modelo de negocio que ha dejado de funcionar ante la falta de confianza en el seno del sistema bancario.
Fuera de Austria, el banco Kommunalkredit es muy activo en Eslovaquia, Polonia, Hungría, Rumanía, la República Checa, Bulgaria, Croacia, así como en Chipre.
La entidad tiene una plantilla de 1.100 empleados, de los cuales 800 trabajan en sus delegaciones en el extranjero.
Los activos de la empresa en el primer semestre del año sumaban 44.500 millones de euros.

