El número de personas que, en la semana que concluyó el 28 de febrero, recibían el beneficio pagado por los Estados, aumentó en 193.000 y llegó a la cifra sin precedentes de 5,32 millones.

A su vez el promedio en cuatro semanas de las personas que recibían el subsidio subió en 124.250 y llegó a 5,14 millones, también un nivel sin precedentes.

La tasa de desempleados amparados por el subsidio -esto es la proporción de trabajadores cubiertos que reciben el beneficio- subió del 3,8 al 4%, la más alta desde junio de 1983.

Las cifras sobre el subsidio por desempleo se remontan a 1967.

El número de solicitudes semanales refleja el ritmo de pérdida de puestos de trabajo, y la cifra de personas que permanecen en el seguro de paro indica la dificultad para encontrar un nuevo empleo.