"La competencia de la industria, junto con unos estímulos fiscales considerables y coordinados internacionalmente y las medidas de estabilización del sector financiero, ayudaron a Alemania a registrar una recuperación con un crecimiento superior al 3% del PIB en 2010 y, posiblemente, en 2011", asevera en el informe sobre Alemania correspondiente al Articulo IV, tal y como informan desde Europa Press. 

Sobre este aspecto, recalca que la economía germana y el empleo están por encima de los niveles anteriores al inicio de la "Gran Recesión". De tal forma, el FMI considera que aún prevalece un "considerable optimismo".

Pese a todo, señala que, en un entorno en el que se ha pedido a Alemania que ayude a la recuperación global, las dudas sobre su superávit por cuenta corriente han resurgido, al mismo tiempo que su moderación salarial y el ritmo propuesto de consolidación fiscal han sido, en ocasiones, “observados con preocupación". Esta institución avisa de que un crecimiento más rápido de salarios o el retraso de la consolidación fiscal “podría poner en peligro las fortalezas de Alemania”.

El FMI alerta de que el desafío real al que se enfrenta Alemania es "fortalecer sus áreas de debilidad", y la clave reside en contrarrestar las limitaciones al crecimiento en el medio plazo de una manera que también apoye un reequilibrio sostenible mediante un mayor crecimiento de la demanda doméstica. "Esto sería bueno para Europa y para la economía global", sentenció.