Una decisión que ha tenido su efecto asustando a los frágiles mercados. Tal y como se ha comentado anteriormente los mercados no cuentan con las suficiente transparencia y estas decisiones aparecen de manera draconiana y sin coordinación alguna. El hecho de que la prohibición fuera anunciada después del cierre del mercado europeo – y fuera implementada tan sólo unas horas después- es poco menos que temerario y tener al mercado especulando largo, problemas desconocidos.

Este anuncio parece ser en gran parte simbólico y posiblemente impulsado políticamente. La gran mayoría del mercado de derivados que Alemania ha prohibido tiene lugar fuera del país. La autoridad alemana simplemente no tiene jurisdicción legal para aplicar la prohibición en los principales centros financieros como Londres o Nueva York, en referencia a las instituciones no domiciliadas en Alemania. Una pregunta para los abogados es si esta prohibición se extiende también a las instituciones financieras alemanas que operan en diferentes jurisdicciones, a las que lo hacen a través de sucursales de una sociedad matriz domiciliada en el país o con filiales extranjeras.

No me extrañaría que las instituciones alemanas fueran capaces de encontrar un camino al borde de la legislación. La consecuencia no deseada sería ver a los especuladores ajustando sus posiciones en el mercado para quedar fuera de la prohibición. ¿Expresarán los inversores su rechazo a Europa con una mayor venta del euro?

Al igual que con el reciente paquete de 1.000 millones de dólares para apoyar a la Zona Euro, la prohibición de venta en corto es un esfuerzo para ganar tiempo y reducir la presión sobre las economías de la UE. El hecho es que ninguna de estas acciones responden a la solvencia a largo plazo de una serie de economías de Europa y es probable que el gato aceche a las palomas.

-Stefan Isaacs, gestor del M & G European Corporate Bond Fund