Esta medida se produce en medio de las especulaciones que apuntan que France-KLM tendría que seguir los pasos de muchos de sus rivales y reducir su capacidad a partir de este otoño en respuesta a los precios récord del carburante y a la desaceleración de las economías. En Europa, varias aerolíneas, entre ellas British Airways, ya han anunciado que disminuirán su capacidad. Las aerolíneas estadounidenses han sido incluso más drásticas. American Airlines, de AMR Corp., tiene previsto reducir el 12% de su capacidad en el cuarto trimestre. Ante la escalada del precio del petróleo, los precios del combustible para aviones se han disparado hasta niveles superiores a 1.300 millones de dólares por tonelada métrica, frente a 850 millones de dólares por tonelada a principios de año. El carburante es ahora el mayor o segundo mayor coste único de las aerolíneas, al representar cerca del 34% de la base de costes, según la International Air Transport Association.