Se han pospuesto al menos 18 meses unos 4,2 millones de barriles adicionales al día en capacidad futura a medida que las empresas recortan sus gastos.  El estudio será presentado a los ministros de Energía del Grupo de los Ocho países más industrializados este fin de semana en Roma y a los líderes del G8 en una cumbre que se realizará en julio.

El informe resalta el creciente riesgo de que el suministro de crudo, que actualmente es abundante debido al bajo consumo, pueda reducirse rápidamente una vez que la economía mundial recupere sus bríos. "Lo que estamos diciendo es que hacia 2012 el impacto de esta recesión en la inversión y capacidad petrolera, de continuar las tendencias actuales, podría ser severo y acarrearía precios del crudo mucho más altos", dijo el economista jefe de la AIE, Fatih Birol. La AIE es financiada por los 28 países con mayor consumo de petróleo del mundo, principalmente Estados Unidos y Japón. La agencia lleva mucho tiempo pidiendo mayores inversiones para aumentar la capacidad petrolera.

El informe, que fue revisado por The Wall Street Journal, también indica que los proyectos postergados o cancelados se ubican en países políticamente estables que no pertenecen a la Organización de Países Productores de Petróleo -OPEP-, como Canadá. Explotar esos recursos demoraría muchos años más que aquellos yacimientos encontrados por los miembros de la OPEP, que suelen ser más fáciles de extraer.

La tasa a la que se recupere la demanda mundial de crudo sigue siendo una variable crítica e imposible de conocer. Varios gobiernos en el mundo desarrollado están poniendo en marcha medidas de eficiencia energética, que podrían atenuar el alza en los precios a medida que se recupere la demanda.  La AIE calcula que la demanda de petróleo este año caerá un 3%, el mayor descenso en cerca de 30 años, a cerca de 83 millones de barriles al día.

Sin embargo, muchos analistas creen que los precios del crudo podrían volver a subir en los próximos años por encima de los US$100 el barril, una marca que se vio el año pasado debido a dos factores: un crecimiento del consumo relativamente rápido en mercados emergentes como China y el hecho de que buena parte del crudo de fácil acceso ya ha sido descubierto.  Los precios de referencia cerraron el martes 62 centavos al alza a US$59,65 por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York.