El resultado de la compañía que preside Florentino Pérez se sitúa en 842 millones y arroja un crecimiento del 20,4% en caso de descontar estos extraordinarios y la contribución de la filial de servicios portuarios, actualmente en venta.

La cifra de negocio de ACS se elevó un 2,2% durante el pasado año, hasta 15.606 millones de euros, de los que un 26,3% provino de las actividades que desarrolla en el exterior. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, alcanzó 1.458 millones, un 5,5% más.

Las participaciones que ACS tiene como primer accionista de Iberdrola (12,6%), Abertis (25,8%) y Hochtief (30%) contribuyeron con 118 millones de euros al beneficio neto de la empresa el pasado año, importe que multiplica por siete el de 2008. El grupo de concesiones y la constructora alemana consolidan por puesta en equivalencia, mientras que de Iberdrola sólo se apunta los dividendos.

Durante 2009, ACS redujo un 1% su volumen de endeudamiento neto que, de esta forma, cerró el ejercicio en 9.271 millones de euros, de los que sólo 302 millones son atribuibles a la sociedad dominante.

En cuanto a los datos operativos, ACS obtuvo del exterior algo más de una cuarta parte (el 26,3%) del total de sus ingresos en 2009, con 4.104 millones de euros, un 22,4% más que el pasado año.

Por áreas de negocio, la compañía destacó la "positiva" evolución de las ramas industrial y de servicios medioambientales, que permitieron compensar la caída del 7,5% sufrida por la división de construcción.

LA RAMA INDUSTRIAL, PRIMERA POR INGRESOS.


De esta forma, esta actividad tradicional fue desplazada como primera fuente de ingresos del grupo por la división de servicios industriales y de energía, que facturó 6.862 millones, el 44% del total y un 6% más que un año antes.

Esta división, que entre otros negocios incluye las instalaciones de redes y sistemas y la promoción de energías renovables, también fue la primera en contribución al Ebitda, con 680 millones, un 15,1% más

En cuanto a la actividad constructora, ACS explicó que se vio lastrada por la que desarrolla en el mercado doméstico, consecuencia del parón residencial y la "significativa reducción de obra pública", dado que la internacional se disparó un 75%.

Con todo, este negocio generó ingresos por 6.125 millones y aportó 459 millones al Ebitda (-7,2%). A cierre de año sumaba una cartera de obra pendiente de ejecutar por 11.431 millones de euros, un 3,7% superior a la de un año antes.

Respecto al resto de divisiones, la de servicios medioambientales facturó 2.639 millones de euros, un 9,3% más, en tanto que la de concesiones aportó 64 millones.