En la firma destacan que la corrección sufrida por los mercados en febrero se ha llevado de un golpe todas las ganancias que había acumulado la bolsa española desde principios de año. En una nota para sus clientes, apuntan que “nadie pone en duda a estas alturas, la capacidad de recuperación de la economía española quien en 2017 volvió a recuperar la misma velocidad de crucero que en los años anteriores a la crisis. Las estimaciones del consenso apuntan a que, al menos hasta 2019, seguiremos viendo ese ritmo de crecimiento, mientras que la tasa de desempleo continuará reduciéndose hasta revertir a la media europea”.
Destacan en la entidad que la mejora del consumo ha sido uno de los pilares en los que se ha anclado la recuperación gracias a la caída del desempleo en un entorno de baja inflación.
En este entorno han seleccionado cinco compañías de la bolsa española para aprovecharse de este entorno. De entre las 248 empresas que cotizan han eliminado a las que tienen una capitalización inferior a 500 millones de euros. Luego han elegido las que presentan una mejor valoración en términos de PER, de precios en relación con el valor en libros, de endeudamiento, de beneficios por acción y de potencial en bolsa. Además, han incluido un filtro para seleccionar las que tienen una mejor recomendación de los analistas y una mayor rentabilidad por dividendo. “El objetivo es obtener la menor puntuación posible”, dicen.
El proceso es sencillo. Describen que para el caso de PER, P/B y deuda neta/Ebitda se lleva 1 punto el que tenga el ratio más bajo y 248 el que, en cada caso, la tenga más alta. Caso contrario para los de crecimiento BPA, upside, rating consensus y dividend yield ya que, en su caso, será el que mayor cifra tenga”, explican.
Las compañías elegidas por este sistema de clasificación son Lar Espana, Telepizza Group, Iberdrola, Repsol y ACS.
Llevando esta estrategia al pasado, los expertos señalan que “si hubiéramos aplicado dichos criterios a lo largo del último año con revisiones semanales. El resultado es claro: la rentabilidad que habríamos obtenido sería del 37,85% frente al 15,9% del Ibex 35, que es el benchmark que hemos utilizado en este caso”.
Apuntan que “exceptuando marzo y abril, el comportamiento durante los meses posteriores habría sido francamente bueno, situándose el spread a día de hoy en niveles máximos. Otra de las cosas que llama la atención, es el elevado ratio de Sharpe y, a su vez, la beta tan baja”, indican en la firma.
