Abengoa es hoy protagonista en el Mercado Continuo tras alcanzar, a media sesión, subidas superiores al 10% en su cotización, situándose en el entorno de los 0,01 euros por título. La compañía podría haber alcanzado finalmente un acuerdo con sus acreedores para evitar el concurso y llevar a cabo una financiación de sus cuentas.
Esta posibilidad se ha conocido in extremis, puesto que la firma tiene de plazo hasta mañanapara terminar esta negociación y no caer en proceso de liquidación. Concretamente, el acuerdo se está negociando con el Gobierno, buscando el apoyo del ICO hasta que el Sepi pueda proporcionarle las ayudas correspondientes.
A pesar de esta amplia subida de hoy en bolsa, Abengoa se deja en lo que va de año más de un 47%. Y es que la situación de la compañía, que ya era delicada, se ha agravado debido a la crisis del coronavirus, hasta el punto de no poder pagar el salario a sus empleados.
En las últimas cuentas presentadas, correspondientes a 2019, anunciaron pérdidas por valor de 517 millones de euros, así como un importe negativo de 388 millones, lo que la colocaba en causa de disolución.
Por otra parte, la firma prevé hasta 2028 unas caídas superiores al 20% en casi todas sus grandes magnitudes, entre las que destacan un descenso del 22% en las contrataciones, del 21% en las ventas y del 8% en su Ebitda.
No se trata de la primera vez que Abengoa se ve envuelta en unas circunstancias similares. En 2016 consiguió esquivar el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, después de acumular una deuda por valor de casi 9.000 millones de euros. Tras salvarse, la compañía emprendió dos planes de rescate financiero en 2017 y 2019, que se unen al actual.
No obstante, el acuerdo todavía no ha sido completamente ratificado. En caso de que finalmente no se finalice, se iniciarán los mecanismos legales para declarar a la compañía de ingeniería en estado de bancarrota.
Y es que nuestros indicadores técnicos sólo le otorgan una puntuación de 1,5 sobre 10. La compañía se sitúa bajista tanto en el medio como en el largo plazo. Sólo son positivos el volumen a medio plazo, que es creciente, así como el rango de amplitud a largo plazo, que se sitúa decreciente.
