Wall Street comenzó la sesión sin mucho brío pero en positivo, con un dato de IPC igual al del mes pasado. Sin embargo el anuncio de Bear Stearns al hilo de que recibirá financiación de JP Morgan y la Fed de Nueva York ha hecho girar la tendencia hacia el rojo.
En el parqué la desconfianza en el sector bancario vuelve a empeñar el comienzo de la sesión. Los inversores esperan conocer el dato de confianza de los consumidores y las palabras de su presidente, George W. Bush. Se prevé que el presidente reiterará que la economía se está desacelerando pero que sigue teniendo unos sólidos cimientos y se encuentra en disposición de volver a acelerar su crecimiento. El recorte de la inflación confirma, aún con más fuerza si cabe, que la próxima semana la Fed recortará los tipos de interés y continuará con su política de fomentar el crecimiento económico.
El sector financiero continúa en el ojo del huracán, aunque ayer Standard & Poor’s anunciara que según sus previsiones, el fin de la crisis crediticia podría estar cerca aunque con un coste de 285.000 millones de dólares. Además el secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, abogó por regulaciones más estrictas para el sector hipotecario y crediticio con el fin de asegurar que la actual crisis en los mercados no se repita. Gráfico del Dow Jones

