El Dow Jones se deja un 0,97%, el S&P 500 un 1,08% y el Nasdaq un 1,12%.

Las ventas del comercio minorista en Estados Unidos sufrieron en abril una caída del 16,4%, el mayor descenso mensual desde que comenzaron los registros en 1992, en medio de la parálisis económica por las medidas de reclusión y restricción de movilidad decretadas para contener la pandemia del coronavirus, informó hoy el Gobierno.

En marzo, este indicador había registrado ya un descenso del 8,3 y se esperaba que cayese un 12,3%.

El presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva apelando a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional con la que impide a las compañías estadounidenses utilicen equipo de telecomunicaciones que representen un riesgo para la seguridad nacional.

Ayer el presidente de EEUU continuó criticando a China sobre su manejo inicial del brote del coronavirus, reiteró que no tiene interés en renegociar el acuerdo comercial y dijo que EEUU podría romper la relación entre China y EEUU y ahorrarse 500.000 millones de dólares.

 

 

Taiwan Semiconductor Manufacturing Co Ltd, el mayor fabricante de chips por encargo, afirmó este jueves que tiene previsto construir una fábrica de 12.000 millones de dólares en Arizona, lo que supone una supuesta victoria para los esfuerzos de la administración Trump por arrebatar a China las cadenas de suministro de tecnología global.

La firma de análisis Jefferies dio tres razones para comprar las acciones de Netflix este viernes. Los analistas dijeron que la plataforma audiovisual tiene un potencial para elevar el crecimiento de suscriptores de dos dígitos, mejorar sus márgenes y capacidad de evolucionar hacia un entorno cambiante.

En la sesión de este jueves, el Dow Jones se anotó un alza del 1,62%, el S&P 500 un 1,15% y el Nasdaq Composite un 0,91%. Una jornada más las acciones tecnológicas volvieron a subir con fuerza, aunque este jueves también les acompañaron las compras en valores bancarios por el rumor a una posible fusión entre Wells Fargo y Goldman Sachs.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) presentó ayer sus nuevas previsiones sobre la demanda mundial de petróleo. Según dijo, la movilidad en los países de la OCDE ha sido mayor de la anticipada en estos meses, y el levantamiento de las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus justifican la revisión al alza de sus estimaciones de demanda de crudo, aunque, a pesar de todo, calcula que en el conjunto del año ésta bajará un 8,6% con relación a 2019.

Así, entre abril y junio, la AIE espera que el consumo global de crudo sea de 79,3 millones de barriles diarios (mbd), es decir, 3,2 mbd más de lo que la propia AIE había estimado en abril, cifra que, no obstante, está muy lejos de los 99,9 mbd de media en 2019, y que muestra un fuerte descenso de la demanda como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus de origen chino.

Por el lado de la oferta, la AIE espera que ésta se contraiga en cerca de 12 mbd hasta 88 millones, lo que significará el nivel más bajo en nueve años, descenso que la AIE explica por el acuerdo de reducción de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de sus socios, en primer lugar Rusia, lo que se conoce como la OPEP+.

El producto interior bruto (PIB) de la eurozona cayó un 3,8 % entre enero y marzo y un 3,3 % en la Unión Europea en el mismo periodo, según la estimación adelantada publicada este viernes por la oficina estadística europea Eurostat. Se trata de la caída más pronunciada desde que Eurostat comenzó a publicar estas series temporales en 1995 y coincide con la puesta en marcha desde el pasado marzo de las medidas de confinamiento para frenar la pandemia del COVID-19.

En el último trimestre de 2019 el PIB había aumentado un 0,1 % en los países de la moneda única y un 0,2 % en la Unión.